Washington. El juez federal Emmet Sullivan declaró ilegales las restricciones impuestas por la administración del presidente Donald Trump que bloquearon el asilo político a las víctimas de violencia doméstica o de pandillas.

El magistrado de la corte distrital de Washington DC determinó que las directrices son violatorias de la Ley de Refugiados y de la Ley de Naturalización y Migración (INA, por sus siglas en inglés), por lo que exigió al gobierno repatriar a las personas mencionadas en la demanda y que fueron deportadas.

Muchas de estas políticas son inconsistentes con la intención del Congreso estipulada en la INA. Y porque es la voluntad del Congreso y no los caprichos del presidente lo que determina el estándar de una remoción expedita, esta corte determina que las políticas son ilegales, escribió el magistrado.

En el caso de los inmigrantes nombrados en la demanda y que ya fueron deportados, Sullivan señaló que deben ser devueltos a Estados Unidos a fin de que reciban nuevas determinaciones de miedo creíble que sean consistentes con las leyes actuales y no con las restricciones de Trump.

Las limitaciones, impuestas en junio por el entonces procurador Jeff Sessions, fueron denunciadas por organizaciones de defensa de los inmigrantes por considerarlas crueles e inhumanas.

Sessions instruyó a los jueces migratorios no considerar la violencia doméstica ni la violencia provocada por actores no gubernamentales como justificación legal para el otorgamiento de asilo.

Un extranjero puede sufrir amenazas y violencia en un país por muchas razones relacionadas con sus circunstancias sociales, económicas, familiares o personales. Pero el estatuto de asilo no ofrece alivio para todas sus desgracias, escribió Sessions.

La decisión del procurador revirtió el fallo de una corte que otorgó asilo a una inmigrante de El Salvador que había sido violada sexualmente por su esposo.

Expertos estimaron que miles de víctimas de violencia podrían quedar afectadas por la determinación de Sessions, que tiene lugar en medio de un repunte de las detenciones fronterizas de inmigrantes procedentes de Centroamérica, algunos huyendo de violencia de las pandillas.

En tanto, Trump insistió en que México está pagando (indirectamente) por la construcción del muro fronterizo mediante el nuevo acuerdo comercial que incluye a Canadá, aún pendiente de confirmación en el Congreso.

El acuerdo, llamado T-MEC, firmado en Argentina el pasado 30 de noviembre, remplazó al Tratado de Libre Comercio de América del Norte, en un proceso de negociación que se prolongó más de un año.

Mucho más dinero llegando a Estados Unidos, escribió Trump en su cuenta de Twitter.

Debido a los tremendos peligros en la frontera, incluida la afluencia de criminales y drogas a gran escala, el ejército de Estados Unidos construirá el muro. Cuando se trata de seguridad fronteriza y los militares, los demócratas luchan hasta la muerte. Ganamos en el ejército, que está siendo completamente reconstruido. De una forma u otra, ganaremos en relación con el muro, apuntó el magnate.