El despacho fundado por Zaha Hadid desarrolla Correl, propuesta virtual interactiva en ese museo
Martes 18 de diciembre de 2018, p. 5
El espacio pierde, en un segundo, su dimensión convencional y el espectador ingresa a un mundo inasible, donde puede construir una figura tridimensional según su albedrío. Es parte de la aventura del proyecto Correl de realidad virtual interactiva en el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC).
La finalidad es experimentar con la unión de la creatividad humana y la capacidad de las máquinas, apuntó Helmut Kinzler, jefe del departamento de realidad virtual del despacho de arquitectos Zaha Hadid. Por tres meses la participación colectiva construirá una escultura gracias al diseño virtual. Esta pieza es parte de la exposición Diseño como segunda naturaleza: Zaha Hadid Architects, que desde el 20 de octubre ocupa una amplia sala del museo. Ahí se muestra la obra de la visionaria arquitecta de origen iraquí, fallecida en 2016.
Desde Londres, el despacho fundado por Hadid abunda en el proceso creativo y la complejidad de los diseños de la artista gracias a modelos, pinturas, fotografías y material audiovisual. Desde este jueves se añade la pieza de realidad virtual que pueden experimentar tres visitantes de manera simultánea.
La robótica, la impresión en 3D, el big data, la inteligencia artificial y la realidad virtual son innovaciones tecnológicas utilizadas en el despacho para sus diseños, que prosigue con las ideas de su fundadora Zaha Hadid, primera mujer en ser reconocida con el Pritzker, en 2004, considerado el Nobel de arquitectura.
Dimensiones inimaginables gracias a la tecnología
El visitante es dotado de un visor y unos audífonos, mientras un control se deposita en cada mano. Enseguida comienza la inmersión en esta dimensión que supera la realidad, primero con un tutorial con las instrucciones, luego seis minutos para moverse por este oscuro lugar y comenzar a construir una escultura asimétrica. En el primer día de experimentación, Kinzler y Risa Tadauche supervisan que todo marche a la perfección.
Un poco confuso resulta para algunos interactuar por primera vez con esa extensión digital de la realidad física gracias a la tecnología que tiene parte de sus orígenes en los videojuegos. A Kinzler no le sorprende la poca pericia en la primera prueba, pues a él, dijo, le tomó tiempo comprender esta nueva herramienta en su campo de trabajo.
Sin embargo, tras cinco años de disponer de ella, la ha aplicado en sus diseños, por ejemplo, para conocer cómo se moverían las personas en una tienda en el aeropuerto de Abu Dabi, la distribución de los muebles en un departamento en Rusia o saber cómo cambiaría la luz dentro de una habitación.
La inmersión no sólo es espacial, también es auditiva, incluso para construir una sala de conciertos con todos los cálculos científicos. Los videojuegos o en el diseño no son las únicas disciplinas a las que se ha incorporado esa herramienta, aclaró, pues también ya se experimenta para que médicos realicen cirugías.
Kinzler se incorporó al despacho de Hadid hace 20 años. En la conversación señaló una maqueta al fondo: ‘‘yo la diseñé” y, aunque nunca conoció el edificio terminado, se trata del hotel JVC en Guadalajara.
Así como las maquetas y los planos permiten imaginar la dimensión de edificios y objetos, ahora las nuevas tecnologías ayudan a comprender cómo quedará un diseño y realizar los cambios para mejorar, como ocurre en el área de realidad virtual fundada en 2014, que en concordancia con la visión futurista de Hadid abre una puerta a dimensiones espaciales inimaginables en el museo ubicado en el Centro Cultural Universitario.