Todos los días en Iztapalapa se denuncian de seis a siete asaltos en transporte público, pero hay una cifra negra que podría llegar al doble.

Vecinos relataron cómo grupos de dos a seis sujetos encapuchados y con armas suben a quitarles teléfonos celulares y dinero en efectivo.

El riesgo es en todo momento. Se han identificado horarios de mayor recurrencia, de las seis a las nueve de la mañana y de ocho a 10 de la noche. En poco tiempo todo sucede, narra Ricardo Esparza, conductor de la ruta 37, que corre por Santa Cruz Meyehualco.

El último asalto que vivió fue hace 20 días y lo recuerda como el más violento: “subió uno y se sentó en medio, detrás de él otro, todo loco: ‘A ver, cabrones bájense con todo. Teléfonos celulares, el dinero. Tú no te pongas al pedo porque se chingan todos’, y disparo al techo”: en el microbús quedó el orificio.

“La gente también se enoja y la agarra con uno. Empiezan a decir que estamos con ellos. Que nosotros los ponemos, pero qué hago con el cuete apuntándome; hay algunos todos nerviosos que hasta les tiembla la mano. Si no hago lo que me dicen se les sale la bala”.

En los nueve ramales que tiene la ruta 37 hay reporte de atracos. En los colectivos que van de Santa Cruz al Metro bulevar Puerto Aéreo “ya es tiro por viaje. Son chavos con sudaderas y gorra que llegan bien envalentonados con el plomo. Una de mis primas que usa el transporte todos los días hasta se desmayó porque empezaron a jalarle a todos los pasajeros sus cosas”, platica Elizabeth Gómez, vecina de la colonia Desarrollo Urbano Quetzalcóatl.

En los tres años recientes se duplicaron los asaltos al pasar de 466 delitos denunciados a 823, por lo que el gobierno capitalino, en coordinación con las autoridades de Iztapalapa, empezaron un programa con presencia policiaca.

La alcalde Clara Brugada dijo que en lo que resta de 2018 habrá de policías auxiliares armados a bordo de las unidades y se instalarán cámaras conectadas y botones de pánico.