Martes 11 de diciembre de 2018, p. 3
El presidente Andrés Manuel López Obrador respondió, ante las críticas del ombudsman nacional, Luis Raúl González Pérez, que su gobierno respetará la autonomía de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y garantizará el derecho a disentir.
Al entregar anoche en Palacio Nacional el Premio Nacional de Derechos Humanos 2018 a Héctor Fix Zamudio –quien envió a su hijo a recibir la presea– y a Tita Radilla con carácter honorífico, el mandatario resaltó que se aceptarán y cumplirán todas las recomendaciones de la CNDH.
Además, hizo el compromiso, por convicción, de que el Ejecutivo federal no va a promover la violación de derechos humanos. No va a proteger a quienes violen las garantías individuales
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Sostuvo que los cambios ya comenzaron a ponerse en práctica. Desde luego, hay diferencias, hay discrepancias, pero vamos a garantizar siempre el derecho a disentir
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Planteó que entre los cambios envió una iniciativa de reforma al artículo 108 de la Constitución para retirar el fuero al presidente en funciones, a quien ahora se podrá juzgar por cualquier delito, como a cualquier otro ciudadano. Se acaban los fueros, se acaban los privilegios. La corrupción se convierte en delito grave. Imagínense, en qué país vivíamos, con qué leyes, que la corrupción no era delito grave
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Celebró la entrega del premio a Tita Radilla, hija de Rosendo Radilla, víctima de desaparición forzada, y a Héctor Fix Zamudio, en el contexto –dijo– de la necesidad de proteger a los ciudadanos y hacer valer sus derechos fundamentales.
Recordó que él surgió de la oposición y de una larga lucha por la justicia, y que en 1989, como dirigente del PRD en Tabasco encabezó el esclarecimiento de un homicidio cometido por la Policía Judicial del estado”, y en aquel entonces la oficina de derechos humanos estaba en Gobernación, a cargo de un hombre íntegro, sensible, Luis Ortiz Monasterio
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López Obrador se refería al asesinato de Jesús Manuel Martínez Ruiz.
“Por eso celebro –dijo– que se haya consolidado la CNDH, a pesar de los pesares, sobre todo, de lo que se ha padecido en los tiempos recientes, desde que se declaró la guerra a la delincuencia organizada y se le pegó un garrotazo a lo tonto al avispero y nos metió en esta crisis, que tanto dolor ha producido al pueblo de México.”