El nuevo reto empresarial
l gran reto del gobierno en materia empresarial es la generación de más y mejores empleos. La iniciativa privada genera el mayor número de trabajos y de la riqueza nacional. Ahora corresponde a Andrés Manuel López Obrador estimular este sector, ya que si se trata de poner en primer lugar a los pobres, la mayoría trabaja para el sector privado.
Del total de personas que reciben un ingreso en México, poco más de 40 millones trabajan en la iniciativa privada, ya sea en forma independiente o en una empresa, y sólo 2.2 millones trabajan en el sector público, lo que da una idea clara de la importancia de las empresas en nuestro país.
Pero no se piense que al hablar del sector empresarial nos referimos a las grandes compañías, sino, sobre todo, a las microempresas, que son más de 4 millones y ocupan a 70 por ciento del total de trabajadores. Es en este nicho donde se desarrollará una política de estímulo empresarial.
Entre las microempresas se encuentran todo tipo de changarros, desde talleres mecánicos y panaderías hasta fondas y negocios que están en la vía pública. Muchos están en la economía formal, pero otros más se encuentran en la informalidad y difícilmente podrán regularizarse si no cuentan con los estímulos suficientes para crecer.
El problema es encontrar la manera adecuada para apoyar a los microempresarios. Algunas personas piensan que lo mejor es otorgarle subsidios, pero otros más pensamos que lo mejor es quitarles trabas burocráticas.
El primer reto que enfrentan los pequeños negocios es la falta de seguridad y la extorsión por autoridades que arrebatan parte de los ingresos. Los trámites para abrir un negocio son una fuente de corrupción, por lo que hay que evitarlos en la medida de lo posible.
El otro gran reto es el financiamiento para ese sector. De nuevo, no se trata de subsidios, sino del desarrollo de instituciones, como las Sociedades Financieras de Objeto Múltiple, orientadas al estímulo de la actividad productiva.
Sin trabas burocráticas para ejercer sus funciones y con financiamiento adecuado, las microempresas pueden comenzar a crecer, a regularizarse y a generar más y mejores empleos en beneficio de México.