Lunes 3 de diciembre de 2018, p. 24
Acaponeta, Nay., Olvidados por el gobierno del priísta Enrique Peña Nieto y esperanzados por las promesas de Andrés Manuel López Obrador, habitantes del poblado Los Sandovales –de unas 100 familias– agradecieron a la sociedad civil y a familiares de damnificados en el extranjero que no haya dejado de enviar ayuda a los municipios de Tecuala, Acaponeta, Huajicori, Tuxpan Ruiz y Rosamorada, afectados por el huracán Willa hace más de un mes.
Miles de afectados buscan opciones para rehacer cientos de viviendas. En Los Sandovales, fundado hace unos 30 años y donde Willa arrasó con casas, la escuela primaria y el jardín de niños, no hay agua entubada.
Parece que el gobierno vino a dar apoyo de mala gana
, dijo el anciano Adrián Villegas, quien laboró en Estados Unidos y logró hacerse de una casa y amueblarla, pero todo lo perdió con el desbordamiento del río San Pedro.
Camas y salas terminaron en los techos de las casas; otros inmuebles quedaron sin puertas y en los muros se ven las marcas de la inundación. Nosotros limpiamos. Vino mucha gente de buen corazón a ayudarnos, pero no el gobierno, y la comida no nos ha faltado
gracias a la ayuda de la sociedad civil, recordó Villegas. Nada nos ha traído el presidente (municipal) de Acaponeta (José Humberto Arellano); el gobierno federal, menos
.
Destacó que no se cansa de dar las gracias a toda esa gente, porque nos sostuvieron más de un mes. ¿Cómo no les voy a agradecer? El gobierno nunca nos trajo un taco
.
María Guadalupe Hernández, con un bebé en brazos, narró que el día de la inundación (el pasado 23 de octubre) estaba en Tecuala en la vivienda de su suegra y cuando quiso volver a su casa las autoridades le cerraron el acceso. Perdió sus pertenencias y aún no ha podido regresar. Vivimos del apoyo que nos están dando. Batallamos con la leche y los pañales
, contó.
El sacerdote José Carrillo, del municipio de Tecuala, aseguró que gracias a la ayuda de migrantes en Estados Unidos y de la sociedad civil la situación empieza a mejorar. Nos hemos ido levantando. Después de más de un mes la gente se unió y la ayuda y la generosidad de tantos ha hecho que nos estabilicemos un poco. Esperamos que el tiempo también sea nuestro aliado. La contingencia está superada
, pero la gente aún resiente el abandono del gobierno federal.