Guadalajara, Jal., En el rotar de figuras en la sala de prensa de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, el escritor portugués António Lobo Antunes terminó una conversación con los medios de comunicación y se disponía a salir, pero se detuvo un momento para saludar afectuosamente a su coterráneo Nuno Manuel Gonçalves Júdice Glória, más conocido como Nuno Júdice, quien se disponía a relevarlo en el sillón de las respuestas.

‘‘Es el mejor poeta portugués vivo”, sentenció Lobo Antunes antes de retirarse.

En la conferencia de prensa Júdice dijo que la poesía es más que literatura ‘‘porque en un poema podemos encontrar también un pensamiento, una filosofía, algo que está vinculado a lo sagrado, porque la poesía tiene siempre esa parte de lo no dicho, que es lo que nos permite leer un poema escrito hace mil, hace 500 años o ahora mismo, releerlo muchas veces y descubrir siempre algo diferente y algo nuevo”.

Cada poema es el fragmento de una totalidad

Nuno Júdice, poeta, novelista y ensayista lusitano defendió el peso literario de la poesía al comparar los mundos perfectamente descritos en los universos de la novela contra los misterios que emanan de la poesía.

‘‘Cuando leemos una novela llegamos al final y sabemos la historia, claro que leer una novela de Tolstoi, García Márquez o Rulfo lo hacemos siempre con mucho placer, pero encontramos un mundo ya conocido, personajes que sabemos lo que van a hacer. Pero un poema siempre nos sorprende por esa dimensión que tiene algo de misterio, misterio que para mí es lo que es la belleza, el valor que finalmente es lo que está por detrás de todo lo que es literatura”.

Del proceso de creación dijo que los poemas se aparecen por sí mismos y cuando se les ve venir es porque terminó una búsqueda, muchas veces inconsciente, de algo que existe dentro del escritor.

‘‘Puede ser una memoria, una imagen, algo que en el momento en que empiezo a escribir me es sugerido por el primer verso y todo nace a partir de ahí. Cada poema es como el fragmento de una totalidad que es el ser de cada uno, un fragmento que puede hablar de un paisaje, del café que estás tomando, de un libro que leí o un poema”, dijo.

Agregó que a partir de la aparición del primer verso, todo lo que quizá estará antes y todo lo que va a aparecer después se supedita a esa primera imagen literaria, todo es producto de esa primicia de creación.

‘‘Es como si una máquina se pusiera en movimiento y esa máquina utilizase todos los recursos de mi ser: memorias, vivencias, sentimientos, para llegar hasta el final del poema.”

La capacidad de acompañar al lector

De la literatura, Júdice afirmó que tiene sobre todo la capacidad de hacer sentir acompañado al lector, como ocurrió por ejemplo con Jorge Semprún, quien estuvo en un campo de concentración nazi y decía que lo que lo ayudó a sobrevivir de esa experiencia era recitar poemas que se sabía de memoria.

Júdice, ganador del Premio Reina Sofía, presentó anoche el libro Aquí está Babilonia, texto que definió: es una suerte de corpus delicti, pues muestra la diversificación del paisaje de la poesía lusitana de las décadas recientes y en el que participan 16 escritores.