Al presentar la convocatoria para la elaboración de la Constitución Moral, el próximo presidente, Andrés Manuel López Obrador, llamó a superar la idea que predominó en los anteriores gobiernos sobre que quien no se aprovecha del cargo público es un tonto.

Se refirió entonces a que durante décadas en la política mexicana se asumió la máxima: la moral es un árbol que da moras, acuñada por el ex gobernador de San Luis Potosí, Gonzalo Natividad Santos, priísta conocido como El alazán tostado.

López Obrador defendió su propuesta de contar con un documento que guíe el comportamiento de los ciudadanos, a pesar de que se piensa que no debemos meternos en estos asuntos, que no nos corresponde, que se mezcla con lo religioso, que tiene que ver con lo personal o que es una invasión a nuestra identidad, pero es muy importante la moral.

Ahora, el cambio debe significar poner por delante la honestidad, que va más allá de la honradez, no es sólo no robar, es además ser consecuente, actuar con principios e ideales.

Finalmente ayer se emitió la convocatoria para elaborar la Constitución Moral que, se explicó, no se trata de un estatuto jurídico ni será obligatoria.

En una reunión a la que asistió la mayor parte de los integrantes del próximo gabinete así como el equipo que delineó la convocatoria, López Obrador resaltó que se sentía insatisfecho por no tener en proceso de solución su idea de Constitución Moral.

Sentía que nuestro proyecto estaba cojo, nada más fincado en un pie, en el bienestar material, el buscar que haya crecimiento económico, empleo, acceso a la educación, a la salud, pero faltaba esto que es fundamental: fortalecer los valores para poder llevar a cabo la cuarta transformación.

Sostuvo que quienes lo acompañarán en el gobierno tienen principios y valores, no son ambiciosos vulgares. Tenemos que demostrar que somos distintos, ser un ejemplo. Es un timbre de orgullo tener la oportunidad de demostrar que hay una nueva forma de gobernar el país con honestidad y fraternidad, con amor al prójimo.

Explicó que el nombre del código –que tendrá como base la Cartilla Moral de Alfonso Reyes– también se someterá a consulta.

Queremos que, de acuerdo con la convocatoria, en las mesas, el debate, en el Congreso, se decida sobre cómo vamos a llamar a este documento. Yo insistí en la definición de Constitución Moral para provocar, para promover el debate porque esto se ha dejado de lado durante mucho tiempo, aseguró el presidente electo.

El vocero de López Obrador, Jesús Ramírez Cuevas, explicó que todos las aportaciones podrán ser enviadas al correo [email protected], del 3 de diciembre al 30 de abril de 2019, además de que se convocará a foros sobre los temas fundamentales, y este ejercicio culminará con una convención nacional, el 31 de julio de 2019, donde se aprobará.

Verónica Velasco, integrante del equipo redactor, afirmó que la Constitución Moral no es un catequismo, no son mandamientos ciudadanos (porque) vivimos en un Estado laico, democrático, que debe garantizar la protección jurídica y la libertad de las personas a elegir.

José Agustín Ortiz Pinchetti explicó que en la convención de julio se tomarán decisiones sobre la nueva Constitución Moral a partir de los temas fundamentales trazados por Alfonso Reyes, mientras Enrique Galván Ochoa refirió que otra de las máximas de la corrupción en México es el que transa, no avanza. Lo que propone López Obrador es un cambio radical, una revolución de las conciencias, invertir los valores de esta ecuación: si transas no avanzas.