Londres. El acuerdo alcanzado por Reino Unido con sus 27 socios de la Unión Europea (UE) sobre los términos del Brexit es un daño autoinfligido, afirmó el líder de la oposición laborista británica, Jeremy Corbyn.

Seguir adelante no es estoicismo, es un acto nacional de daño autoinfligido, fustigó Corbyn en el Parlamento, donde la primera ministra conservadora, Theresa May, compareció para defender el texto sellado la víspera en Bruselas y que los diputados deben votar el próximo 11 de diciembre.

Corbyn llamó a su bancada a rechazar el acuerdo, que es “resultado de un miserable fracaso negociador que nos deja en el peor de todos los escenarios (…) sin influencia alguna sobre las normas de la UE y sin certeza sobre el futuro”.

Tras enumerar los principales puntos del pacto alcanzado en 18 meses de duras negociaciones, May aseguró: No hay mejor acuerdo posible, y pidió a los legisladores apoyar el pacto en nombre del interés nacional.

May dijo que el deber del Parlamento era evaluar, debatir el acuerdo, escuchar a la ciudadanía y decidir lo más conveniente para el Reino Unido.

Podemos apoyar este acuerdo, implementar la votación del referendo y seguir adelante para construir un futuro mejor, o esta Cámara puede rechazarlo y volver al principio, agregó la primera ministra británica. Nadie sabe qué pasará si no se aprueba este texto. Abrirá la puerta a más divisiones e incertidumbre, con todos los riesgos que eso conlleva, agregó.

May dijo a los legisladores que si rechazan el pacto, Reino Unido podría tener que dejar la UE sin un acuerdo, algo que según analistas dañaría a la quinta economía más grande del mundo.

Si el Parlamento británico rechaza el pacto, la UE también ha dejado claro que no tiene muchas ganas de reabrir las negociaciones del Brexit.

El gobierno de minoría de May se enfrenta en el Parlamento a una feroz oposición de euroescépticos y proeuropeos entre los 314 legisladores del Partido Conservador y los 313 de los partidos de oposición. Los diputados detestan el pacto por mantener a Gran Bretaña fuera de la UE, pero aún sujeta a las normas de membresía, sin tener voz ni voto sobre esas normas, por lo menos hasta 2020, cuando se establezca una relación más permanente.

El Partido Unionista Democrático, formación norirlandesa de la cual depende May para poder gobernar, anunció que votará en contra, pues rechaza cualquier estatuto especial para Irlanda del Norte.

Para que el acuerdo se imponga, May necesitaría una mayoría simple de unos 320 votos si todos los legisladores activos se presentan a votar, o de 305 si se toma en cuenta a enfermos y abtencionistas.