Domingo 25 de noviembre de 2018, p. 16
Hijo de maestro rural, nacido en San José de los Nuncio, Coahuila, tierra de caciques donde la explotación de campesinos se extendió hasta fines del siglo pasado, Alfonso Cepeda Salas, máximo dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) desde el pasado jueves, construyó su liderazgo siempre a la sombra de Elba Esther Gordillo Morales –ex dirigente del gremio– y los hermanos Rubén, Humberto y Carlos Moreira.
Ex integrante del comité ejecutivo seccional y de la secretaría general de la sección 38 de Coahuila accedió al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del SNTE en 1998, como hombre cercano y operador político de Gordillo Morales. Maestros disidentes señalaron que “Cepeda Salas fue uno de los principales operadores de los charrazos para imponer comités ejecutivos seccionales a modo”.
En Ciudad de México, recordaron, “era uno de los personajes favoritos de Gordillo Morales para negociar entre los grupos charros, y siempre trabajó muy de cerca con Humberto Dávila Esquivel, otro de los líderes cercanos a Elba Esther, y quien fue secretario general de la sección 5 de Coahuila; y años más tarde, bajo el amparo de la ex dirigente, alcanzó la secretaría general del SNTE”.
Cepeda Salas, afirmaron, “siempre ha sido gente cercana a los Moreira. Acá en Coahuila se le recuerda por su cercanía con la familia, con Rubén y Humberto –ex gobernadores de Coahuila–, con quienes fue colaborador en lo político y en lo sindical”. Lo mismo ocurrió con Humberto Dávila, con quien también mantuvo estrecha colaboración
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En Coahuila, señalaron docentes de la entidad, se sabe de su cercanía con estos personajes que tanto desgobierno trajeron al estado. Su ratificación en la secretaría general del CEN del SNTE hasta 2024 es una mala señal de que sólo es más de lo mismo. Son parte de los grupos institucionales que fueron creciendo siempre al amparo de Elba Esther Gordillo Morales, y que hoy buscan su reacomodo frente al nuevo escenario que vive el país
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