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Inmobiliaria compra 700 pisos

Alza a rentas desata ola de movilizaciones en Berlín

Habitantes exigen expropiar bienes a la firma Deutsche Wohnen

 
Periódico La Jornada
Domingo 25 de noviembre de 2018, p. 22

Berlín. Los inquilinos están indignados por la venta de departamentos en el bulevar más destacado de la antigua Alemania del Este –comunista– a la inmobiliaria más grande de Berlín. Se trata de la más reciente ola de protestas por el alza a las rentas en la capital.

Deutsche Wohnen compró 700 pisos en Karl Marx Allee, amplio bulevar de arquitectura monumental estalinista que fue uno de los proyectos de construcción emblemáticos de la antigua República Democrática Alemana tras la Segunda Guerra Mundial.

Deutsche Wohnen tiene unos 110 mil departamentos en el área de Berlín, y ha recibido muchas críticas por la subida de los alquileres. Grupos de inquilinos quieren reunir 170 mil firmas en cuatro meses para impulsar un referendo, con el propósito de expropiar las viviendas a Deutsche Wohnen.

Los bloques de departamentos de entre siete y nueve pisos que flanquean Karl Marx Allee, que lleva el nombre del filósofo político alemán que escribió El Manifiesto Comunista y El Capital, fueron construidos entre 1952 y 1960 en el estilo de diseño socialista.

Quienes se oponen a la venta han colgado pancartas en un edificio con la leyenda “Kommerz allee fuer 28 million verhoekert an Deutsche Wohnen” (Avenida capitalista: vendida a Deutsche Wohnen por 28 millones).

Una portavoz de Deutsche Wohnen dijo que la compañía tiene previsto mantener los departamentos en su cartera y que los contratos de alquiler existentes seguirán siendo válidos.

Durante décadas los residentes disfrutaron de viviendas comparativamente baratas. Pero en los pasados 10 años las tasas de interés ultrabajas, la inversión extranjera y la llegada de unas 40 mil personas a la capital cada año han elevado el costo de la vida.

La preocupación por la escasez de viviendas asequibles hizo que el alcalde de Berlín dijera en agosto pasado que el Estado está estudiando prohibir a los inversores extranjeros comprar bienes raíces en la capital, en un intento por enfriar el mercado inmobiliario.