La construcción de ferrocarriles se basa actualmente en los principios del Pacto Mundial de Naciones Unidas sobre derechos humanos, trabajo, medio ambiente y lucha contra la corrupción, por lo que el proyecto del Tren Maya –puesto a consulta esta semana por el gobierno federal entrante– tiene respaldo en esa materia para llevarse a cabo.

La tecnología aplicada al transporte férreo permite, por ejemplo, el paso de fauna en las zonas críticas y es menos contaminante que el carretero, afirma Vicente Ferreyra, director de Sustentur, iniciativa de comunicación y asesoría especializada en temas de sustentabilidad, con énfasis en la promoción de las buenas prácticas en el turismo, al ser consultado sobre el mayor proyecto de infraestructura del próximo gobierno federal.

Además de tecnología, empresas y agencias reguladoras del mundo en materia de transporte férreo cuentan con una declaración sobre transporte y movilidad sostenibles, la cual contribuye a la conservación del medio ambiente mediante la protección de la biodiversidad, así como el uso eficiente y el reciclaje de recursos naturales, incluidos el uso de la tierra y las actividades de construcción.

La declaración de las empresas agrupadas en la Unión Internacional de Ferrocarriles, a la cual pertenece México por conducto de la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario, apoya los 10 principios del Pacto Mundial de Naciones Unidas en relación con derechos humanos, trabajo, medio ambiente y lucha contra la corrupción.

Con este compromiso los miembros de la UIC –asociación mundial para la cooperación entre los principales actores del sector ferroviario internacional– expresan su intención de promover esos principios dentro de su esfera de influencia y una declaración clara de ese compromiso con sus partes interesadas y el público en general”, señala la UIC en una proclamación emitida el año pasado.

En ésta, la UIC se compromete a respaldar la infraestructura social fundamental para cada país mediante el desarrollo de las ventajas de ese sector del transporte.

Los trenes, apunta la UIC, tienen un impacto menor sobre el clima y en el medio ambiente que la mayoría de los otros modos de transporte. Además, son más seguros, reducen la congestión carreteras, generan ventajas macroeconómicas para la sociedad y mejoran la integración sostenible de los modos de transporte y movilidad.

De acuerdo con un adelanto del proyecto, el gobierno federal entrante asegura que el Tren Maya se basará en un modelo que impulse el crecimiento económico sin depredar el medio ambiente.

Por el contrario, indica el documento difundido la semana pasada, procurará medidas de mitigación y protección del entorno, como la creación de corredores ecológicos en el margen de la reserva de la biosfera de Kalakmul, con la finalidad de contener la presión del crecimiento población y la actividad humana.