Martes 20 de noviembre de 2018, p. 23
París. Con bloqueos carreteros desde Verdun hasta Burdeos, Francia vivió este lunes su tercera jornada consecutiva contra el alza al precio de los combustibles.
A primera hora de este lunes ya se reportaban más de un centenar de acciones en todo el país, de acuerdo con una fuente policial, muy lejos de las más de 2 mil contabilizadas el sábado y las 150 del domingo.
La movilización no es tan grande como el sábado
, señaló en la cadena CNews Laurent Nuñez, secretario del ministerio del Interior.
El sábado, unas 290 mil personas se manifestaron contra el incremento al precio de los combustibles y la caída del poder adquisitivo, bloqueando carreteras, rotondas, supermercados y levantando las barreras de los peajes en toda Francia.
El domingo, según estimaciones de la policía, salieron a manifestarse unas 46 mil personas en todo el país.
Una persona murió y más de 400 resultaron heridas durante las protestas este fin de semana.
Frente a este movimiento que surgió en las redes sociales, al margen de los sindicatos y los partidos políticos, el gobierno ha dejado claro que no dará marcha atrás.
El rumbo que hemos trazado es bueno y lo mantendremos
, dijo el domingo el primer ministro Edouard Philippe, pero aseguró que había escuchado el enojo y el sufrimiento de los manifestantes.
Frente a la intransigencia del Ejecutivo, los manifestantes, que se hacen llamar chalecos amarillos
, pidieron bloquear París el próximo sábado.
El ejecutivo se dispone a aplicar un impuesto sobre las emisiones de carbono, que supondrá un aumento de 6.5 céntimos de euro por litro de diésel y de 2.9 céntimos por litro de gasolina a partir de 2019.
Al alza de precios en los combustibles se han sumado otras demandas, de manera que los chalecos amarillos
representan ya un movimiento más amplio de protesta contra la política del gobierno y en particular las medidas fiscales.