Berlín. Alemania suspendió este lunes el suministro de armas a Arabia Saudita e impuso sanciones a 18 ciudadanos sauditas presuntamente implicados en el asesinato del periodista opositor Jamal Khashoggi.

Mientras, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, señaló que no le interesa escuchar la cinta que supuestamente documenta la ejecución del colaborador del Washington Post.

El gobierno alemán paralizó todas las exportaciones de armas a Riad, anunció un representante del Ministerio de Economía y Energía. Trabajamos con los titulares de las licencias individuales válidas para exportar armas, por lo que de momento no hay exportaciones a Arabia Saudita, explicó un portavoz en una rueda de prensa.

La canciller federal alemana, Angela Merkel, declaró que no exportará armamento al reino hasta que se aclaren todas las circunstancias de la muerte de Khashoggi, cuyo paradero se desconoce desde el momento en que ingresó al consulado saudita en Estambul, el pasado 2 de octubre. También anunció la prohibición de entrada a su territorio de 18 sauditas presuntamente relacionados con la organización y ejecución del periodista, e informó que introducirá las identidades implicadas en el sistema de información Schengen (que utilizan 26 países europeos) con el fin de prohibirles el acceso a Europa.

Heiko Maas, ministro alemán de Relaciones Exteriores, precisó tras su llegada a una reunión de los jefes de la diplomacia de la Unión Europea en Bruselas, que estas sanciones contra Riad se decidieron en estrecha coordinación con Francia y Reino Unido.

El pasado domingo, Trump explicó a Fox News que quiere mantener la alianza con Arabia Saudita, después de ser informado sobre la grabación del asesinato de Khashoggi, y que la cinta, compartida por Turquía, era terrible y que no quiere escucharla, porque no hay razón.

En este contexto, el rey Salmán de Arabia Saudita, en su primer discurso importante desde el asesinato de Khashoggi, expresó su apoyo a su hijo, Mohammed bin Salmán, sin aludir a las acusaciones de que el príncipe ordenó el crimen contra Khashoggi.