Domingo 18 de noviembre de 2018, p. 34
Paradise, California., Algunos damnificados del incendio forestal del norte de California, el más mortal en la historia reciente del país, ondearon banderas estadunidenses para recibir al presidente Donald Trump, quien caminó entre escombros calcinados este sábado; pero otros dijeron que estaban muy ocupados empacando las pertenencias que les quedaban para mudarse a un refugio temporal.
Las autoridades han contado 76 muertos y más de mil personas están desaparecidas.
Al menos mil 100 evacuados estaban alojados en 14 albergues en iglesias, escuelas y centros comunitarios de la región, y más de 47 mil personas permanecían bajo órdenes de evacuación.
El mandatario no goza de popularidad en California. Quienes perdieron sus casas o buscaban a sus familiarers estaban ocupados, algunos de ellos enfardando al lado de una tienda Walmart donde han pasado la noche. Allí nadie pareció prestar atención a la visita del presidente.
Maggie Missere-Crowder, de 61 años, dijo que si Trump llegara al lugar ella le daría la mano, pero que de lo contrario prefería enfocarse en meter su tienda de campaña, alimentos y otras pertenencias en su camioneta. Agregó que le molestaron los comentarios que el presidente tuiteó dos días después del siniestro, culpando a la mala administración de los bosques por el incendio.
Como si nosotros lo hubiéramos hecho a propósito. Es una bofetada en la cara
, dijo Missere-Crowder.
El gobernador de California, Jerry Brown, y el mandatario electo, Gavin Newsom, ambos demócratas, acompañaron a Trump en la inspección del pueblo Paradise, de 27 mil habitantes, y visitaron un centro de comando de bomberos. Brown y Newson, celebraron la visita de Trump y señalaron que era hora de salir adelante juntos por el pueblo de California
.
Equipos de recuperación forense buscaban a más víctimas entre los restos carbonizados de la ciudad, mientras más de mil personas figuraban como desaparecidas tras el incendio forestal en el estado.