Aconseja a AMLO cuidar estabilidad
Subir salarios causa inflación, reitera
Domingo 18 de noviembre de 2018, p. 12
La base de inversión es la confianza y la base de la generación de empleo es la inversión
, planteó Roberto Campa Cifrián, titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), quien advirtió que cuando se carece de estas condiciones, siempre los más afectados son los pobres y los trabajadores
.
En entrevista con La Jornada, con motivo del cierre de sexenio y en vísperas del comienzo de la gestión que encabezará Andrés Manuel López Obrador, remarcó que la relación entre generación de empleo y confianza es directa
, por lo cual se debe cuidar ese aspecto y evitar tomar decisiones que incidan en la inestabilidad económica.
No hay mejor política social que la generación de buenos empleos dignos. Quien tomará las decisiones en este país en los próximos años tendrá que definir claramente cuáles son sus prioridades
.
También hay que cuidar que no se pierda poder adquisitivo, porque cuando se desata una carrera de precios y salarios, siempre ganan los precios; hay ejemplos en otros lugares del mundo donde se incrementa el salario de forma exponencial, pero no alcanza para comprar, porque los precios crecen más, y luego hay escasez, y ese no es el escenario más conveniente ni para México ni para los trabajadores
.
Subrayó que en la administración que acaba se superó la meta de creación de empleo y descartó que sea trabajo de escasa calidad.
–¿Hay señalamientos respecto al tipo de empleo que se creó?
–El nivel salarial de los empleos formales que se han creado es positivo porque prácticamente ninguno es mínimo. El promedio de los salarios bajos que es de dos mínimos, y el de empleos 3.5 veces. Los nuevos puestos están por encima de los mínimos de bienestar. De 4 millones 61 mil puestos laborales, 43 por ciento fueron ocupados por mujeres y una tercera parte por jóvenes.
–¿Cuáles son los principales pendientes?
–Uno de los puntos pendientes es revertir la informalidad en algunos estados. El promedio nacional en el cuarto trimestre de 2012 era de 59.6 por ciento y al segundo trimestre de 2018 estaba en 56.6 por ciento. La informalidad tiene diferencias notables. Hay un conjunto de estados más vinculados a la economía moderna, industrialización y exportación, con tasas de informalidad cercanas a 30 por ciento, y un conjunto de estados más atrasados con casi 80 por ciento. Los del norte las tienen relativamente bajas, en el sur son altas y las del centro están a la mitad, con excepción de Jalisco, donde son relativamente bajas. Los salarios más bajos se dan en la informalidad, y sin prestaciones. El gran reto es bajar la informalidad, algo que no concluimos.
–En las reuniones que ha tenido con las próximas autoridades de la secretaría, ¿qué le manifiestan sobre sus prioridades?
–Para la siguiente administración su prioridad es el programa de Jóvenes (Construyendo el Futuro). Creemos que es importante y será un reto sacarlo adelante sin descuidar el trabajo que hace la secretaría en materia de empleo. El Servicio Nacional de Empleo en está administración va a colocar a 7. 5 millones de personas en un trabajo formal. Es una herramienta fundamental para buscadores y oferentes de empleo. Las empresas más modernas hacen 100 por ciento de su reclutamiento mediante este servicio. El reto para la siguiente administración es poder construir el nuevo programa sin descuidar instrumentos importantes para la vida laboral del país.
–Ya arrancó la negociación del salario mínimo. ¿Qué se espera?
–La revisión de diciembre lo llevará a alrededor de 100 pesos. La sugerencia de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos va a ir por ahí. El año pasado se fijó en 88.36 y hay condiciones para ir un poco por arriba de la línea de bienestar urbano del Coneval, que son 98 pesos. Ahora, ¿por qué implica riesgos ir sobre eso?, porque le pega a los salarios profesionales, y un incremento así puede hacer que el salario mínimo vuelva a tener efecto faro y pegue a los costos de producción, con consecuencias negativas en la generación de empleo.
–El presidente electo planteó que las alzas salariales no se queden bajo la inflación. ¿Qué opina usted, es posible eso?
–López Obrador dijo que quisiera que por lo menos un renglón de la Constitución dijera que ninguna ninguna negociación salarial podía estar por debajo de la inflación. Hay negociaciones que desafortunadamente tienen que hacerse por debajo porque una más alta puede determinar el cierre de una empresa. Las condiciones económicas de una compañía marcan hasta dónde llegar. No podemos decir que no sería muy positivo que ninguna negociación esté bajo la inflación. Pero decir ninguna implica que van a cerrar las que no puedan dar ese incremento.