A pesar de los accidentes en los cuales se han visto implicados, la circulación de tractocamiones en Ciudad de México es un mal necesario, aseguró Salvador Saavedra Cevallos, representante de la Alianza Nacional por la Seguridad Vial y especialista en materia de transporte, para quien esos vehículos pesados son la columna vertebral para suministrar a la capital alimentos o insumos para la elaboración de bienes perecederos.

Cifras de la Secretaría de Movilidad (Semovi) refieren que por las calles y avenidas de esta capital transitan diariamente 70 mil unidades de ese tipo, las cuales movilizan más de un millón de toneladas de diversa carga.

De acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Transporte (IMT) y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) los vehículos pesados apenas participan en 8 por ciento del total de accidentes que se registran al año.

En días recientes, un tractocamión que procedía de Toluca con destino a Cuautitlán, en el estado de México, era conducido con exceso de velocidad y a la altura del kilómetro 14.5 de la carretera México-Toluca, frente a Puerta Santa Fe, en la alcaldía de Álvaro Obregón, su conductora perdió el control e impactó a 12 vehículos, lo que dejó 10 personas fallecidas.

Para autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública local, la Ciudad de México registra una baja incidencia de accidentes ocasionados por vehículos pesados, y resaltaron que una de las circunstancias que han ayudado a esa incidencia es que ese tipo de unidades tienen prohibido circular por las avenidas de la capital entre las 6 y las 10 de la mañana, de lunes a viernes, que son horas pico o de tránsito intenso para automóviles particulares y transporte colectivo.

Aunado a eso, mencionaron que ya están bien definidas las rutas que siguen los camiones al ingresar a esta capital, en donde se tienen establecidos operativos viales. Detallaron que 70 por ciento de esas unidades tienen como destino la Central de Abastos, en Iztapalapa, y le siguen los que van hacia la zona industrial de Vallejo y Pantaco, en Azcapotzalco, y a la de Granjas México, en Iztacalco.

Saavedra mencionó que siempre es más aparatoso un accidente en el que participa un tractocamión que una camioneta o un automóvil compacto, lo que hace ver como si fueran un problema los vehículos pesados, pero no son los causantes de la mayoría de percances.

Agregó que en el caso de la carretera México-Toluca, en los tramos que comprenden las alcaldías de Cuajimalpa y Álvaro Obregón, no se tienen las mejores condiciones de infraestructura y orografía, pues en esos puntos no existen rampas de frenado a pesar del pronunciado inclinamiento de la vialidad, peor aún, desembocan –en el kilómetro 13, ya en Miguel Hidalgo– en un cuello de botella que es la avenida Constituyentes, lo que incrementa la posibilidad de riesgos en caso de un accidente.