Culiacán, Sin., Los intentos del PRI de poner candados a la nueva mayoría del Congreso, debido a las 23 curules con que cuenta el partido Morena, además de sus acciones para reventar las sesiones en las que se discuten las iniciativas que no apoyan, han provocado una legislatura poco productiva en casi dos meses.

Desde que se conocieron los resultados electorales del pasado 1° de julio, los priístas de la anterior 62 Legislatura, que entonces eran mayoría, trataron de poner candados a la nueva mayoría de Morena que los iba a sustituir.

Los priístas trataron de acotar las decisiones de la Junta de Coordinación Política y de controlar la administración del Congreso por medio de un comité; buscaron imponer la agenda para coartar el poder que le da a Morena sus 23 curules frente sólo ocho del PRI, que ocupa la primera minoría.

Desde el 2 octubre, cuando se iniciaron trabajos en el Congreso, las sesiones se han tornado largas y conflictivas, entre gritos, acusaciones, señalamientos, interrupciones y hasta mentadas de madre; incluso se ha distinguido por los encontronazos entre legisladores y periodistas.

La estrategia de la bancada priísta ha sido interpelar cada equivocación que comete el presidente de la mesa directiva, el petista Marco César Almaral Rodríguez, y hacerle señalamientos tratando de reventar cada sesión ordinaria.

Por esta rivalidad diputados han estado a punto de los golpes, como en la sesión pública número ocho del 23 de octubre, cuando el coordinador de la bancada priísta, Sergio Jacobo Gutiérrez, señaló que no había sesionado la Junta de Coordinación Política y, por tanto, no se había definido el orden del día de la sesión, por lo que los acuerdos de esta sesión serán inválidos, dijo.

Después de discutir por más de una hora y media si la sesión era legal o no, los priístas quisieron tomar la tribuna, hubo empujones y un golpe fallido que lanzó el diputado del PRI, Faustino Hernández contra el presidente de la mesa directiva.

Los panistas y priístas han acusado que dentro del recinto legislativo impera la ingobernabilidad; sin embargo el secretario general del Congreso, José Antonio Ríos Rojo, ve normales las confrontaciones.

Mes poco productivo

Debido a estas disputas, durante el primer mes el trabajo legislativo fue poco productivo: de las 322 iniciativas pendientes, los 40 nuevos diputados sólo han presentado 21, las demás son iniciativas ratificadas pero provenientes de otras legislaturas, entre ellas las relacionadas con pensiones, jubilaciones y tablas de valores unitarios del suelo.

Además de estar viviendo una transición, se está enfrentando el problema de la reducción de los salarios, estos son dos temas que se están conjugando, que van a tener una definición muy clara el primer día que (el presidente electo, Andrés Manuel) López Obrador sea presidente y emita la Ley federal de remuneración de los servidores públicos, dijo en entrevista el secretario general del Congreso, .

La legislatura ha tenido que sortear también a grupos sociales que acuden a las sesiones en busca de atención. Médicos, maestros jubilados, mujeres, discapacitados, han acudido para exponer sus problemas, la mayoría desde legislaturas anteriores.

Juan Ramón Torres Navarro, diputado de Morena, señaló que la Auditoría Superior del Estado deberá investigar el recurso asignado al gobierno del estado con el que se supone tendría que haber resuelto algunos problemas de personas que se siguen manifestando en el Congreso.