La agencia Standard and Poor’s (S&P) Global dijo este viernes que la cancelación de las obras en Texcoco del nuevo aeropuerto internacional de México anunciada por el gobierno entrante despierta señales de atención, pues la extensión de medidas similares a otros sectores podría implicar riesgos y afectar la calificación crediticia del país.

La calificadora dijo que el Presupuesto de Egresos de la Federación 2019, así como el plan económico de la siguiente administración serán factores clave que se analizarán para revisar o confirmar la calificación de la deuda soberana de México.

S&P mantiene una calificación BBB+ con perspectiva estable para la segunda economía latinoamericana, que será presidida desde el primero de diciembre por Andrés Manuel López Obrador.

La firma rebajó de estable a negativa las perspectiva de la calificación BBB+ que mantenía sobre los bonos del nuevo aeropuerto, luego que el presidente electo canceló la obra tras haberla sometido a una controversial consulta popular.

Si eso se extiende a otros sectores de la política económica, creo que puede llevar a otros riesgos que tenemos que incorporar en el análisis, dijo a periodistas Sebastián Briozzo, director de calificación soberana para América Latina de S&P Global. Todavía es pronto para inferir que esta va a ser la tendencia a mediano plazo.

Mientras Briozzo realizaba su presentación en la Ciudad de México, el gobierno entrante divulgaba el formato de lo que será una consulta nacional de sus 10 programas clave, que incluyen desde grandes obras de infraestructura, como una nueva refinería, hasta la masificación de Internet gratuito.

Estamos esperando señales de cuál va a ser el grado de pragmatismo respecto a alcanzar una política macroeconómica consistente, dijo Briozzo. El tema del crecimiento es una asignatura pendiente en México.

Falta menos de un mes para conocer el proyecto de presupuesto 2019 de la administración de López Obrador, quien entre otras cosas ha prometido desarrollar el empobrecido sur del país con grandes obras de infraestructura sin sacrificar la meta de mantener el superávit primario fiscal.

Briozzo dijo que las expectativas de ahorro en la política fiscal del nuevo gobierno son bastante ambiciosas, aunque agregó que aún no se puede descartar que encuentre formas de financiar el gasto que prevé hacer en infraestructura de una forma aceptable.

Lo que sí es importante es que no haya un aumento de la deuda sustancial, porque México, con las condiciones vigentes de bajo crecimiento (...) no tiene flexibilidad para hacerlo, observó.