La falta de respuesta gubernamental a las caravanas de migrantes que recorren el país rumbo a la frontera con Estados Unidos hace evidentes los huecos de la política migratoria de México, la cual se ha centrado en la contención y menos en la integración para quienes deciden quedarse y en su papel para proveer ayuda humanitaria, afirmó Silvia Giorguli Saucedo, presidenta de El Colegio de México (Colmex) y experta en migración.

Lo primero que debe hacerse, aseguró, es desconectarnos de este factor de la contención y trabajar más en los otros dos grandes temas, que en el caso de la ayuda humanitaria tiene impactos locales, porque los migrantes llegan a lugares específicos, pero requieren de coordinación federal.

En entrevista con La Jornada, explicó que la política de refugio, asilo y protección humanitaria en el país tiene huecos y vacíos, entre otros problemas, algunos visibles, como el hecho de la burocracia para tramitar refugio o asilo.

Si bien reconoció que la mayoría de los ciudadanos centroamericanos que se dirigen hacia la frontera entre México y Estados Unidos no tienen la intención de quedarse en territorio nacional, lo que a nosotros nos toca como país es entender que si deciden quedarse debemos definir cuáles son las condiciones para asegurar esa protección humanitaria.

Al preguntársele sobre la posibilidad de que el futuro gobierno federal enfrente una crisis migratoria en las próximas semanas, indicó que el año que se fueron más mexicanos a Estados Unidos, que fue en 2000, emigraron 760 mil connacionales, es decir, los que lograron entrar, la mayor parte como indocumentados. Por eso debemos poner los datos en perspectiva. Sí es una crisis, pero no de la magnitud de los flujos de entrada que tuvo Estados Unidos en el pasado con mexicanos indocumentados.

Giorguli Saucedo, socióloga y demógrafa experta en flujos migratorios, señaló que uno de los problemas que enfrenta el país en cuestión migratoria es que se acaba subordinando a otras agendas.

Si México, en lugar de definir lo que quiere de acuerdo con sus principios, valores, contextos normativos y a lo que considera debe ser la proyección y el trabajo futuro a de la migración, subordinando el tema a la relación bilateral o al libre comercio: Eso no es el mejor ambiente para buscar una salida de acuerdo con lo que el propio gobierno mexicano está impulsando con el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular.

Recordó que el país tiene experiencias “muy buenas como nación de acogida.

Es el caso del exilio español y el latinoamericano y, con sus desafíos, la experiencia guatemalteca en la década de los 80 y 90 del siglo pasado en los campamentos de refugiados, por lo que destacó la necesidad de poner en marcha una política clara que defina todo lo que implica la protección humanitaria y los apoyos en caso de refugio y asilo.