Miami. El republicano Ron DeSantis ganó la gubernatura de Florida, determinó este jueves el recuento de votos hecho con máquinas, y el escaño que está en disputa en ese estratégico estado se definirá en un recuento manual.

Debido a que los márgenes con los que algunos candidatos obtuvieron la victoria el 6 de noviembre fueron menores a 0.5 por ciento, Florida inició el pasado sábado el recuento de votos en la contienda por la gubernatura, por una senaduría y por otros cargos locales.

Por ahora, las cifras confirman las estrechas victorias del republicano Ron DeSantis sobre el demócrata Andrew Gillum, para la gubernatura, y la del también republicano Rick Scott, sobre el demócrata Bill Nelson, por un escaño en el Senado.

El secretario de estado de Florida aún debe anunciar si se llevará a cabo un recuento manual en el caso de las contiendas ganadas con márgenes menores a 0.25 por ciento, que según la prensa local afectaría a Scott y Nelson en la competencia por el Senado.

El presidente Donald Trump ha intervenido exigiendo a los candidatos demócratas que acepten la derrota.

Hace casi 20 años, el llamado estado del sol fue noticia por ser escenario de un episodio similar, que marcó la elección presidencial estadunidense en 2000.

Florida ocupó entonces los titulares de la prensa mundial porque apenas unos cuantos votos separaron al republicano George W. Bush del demócrata Al Gore.

En otro orden, el célebre periodista Bob Woodward, cuyos reportajes llevaron a la dimisión del presidente Richard Nixon al destapar el caso Watergate, advirtió que el presidente Trump “está buscando chivos expiatorios (…) la prensa o los inmigrantes que van a atacar o a hacer daño al país. Se trata de un desconocimiento trágico de nuestra historia”.

En una entrevista para la cadena Telemundo, transmitida la noche de este jueves, Woodward opinó que Trump ha perdido contacto con la historia. Somos una nación de inmigrantes. Tenemos procesos para que la gente venga a Estados Unidos. Los inmigrantes han sido maravillosos para este país; atacarlos y enviar tropas a la frontera es absurdo.

El periodista aseguró que la retórica de Trump contra la caravana migrante es claramente parte de una estrategia que se remonta a hace 45 años, cuando Nixon trató de hacer de la conducta de la prensa un problema, cuando su propia conducta era el problema, señaló la televisora en un correo enviado a La Jornada.

Trump ha convertido a los latinos, a los negros, en una especie de blanco para su retórica, lo que no sólo es malo para el país y las minorías, sino que también es malo para la mayoría y para el mismo Trump, afirmó Woodward.