Se desmontarán estigmas: expertos
Miércoles 14 de noviembre de 2018, p. 35
La regulación del uso lúdico y terapéutico de la mariguana obliga al Estado mexicano a replantear todas sus políticas públicas de atención a las drogas, que incluye la investigación científica de sus efectos secundarios, programas de reducación para su uso responsable, y políticas integrales de prevención y tratamiento.
Tras las mesas de trabajo del coloquio Un toque académico: hacia la despenalización del uso lúdico de la mariguana, realizado por la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa (UAM-I), académicos, activistas y expertos en temas de seguridad, drogas y atención a jóvenes, señalaron que en el tema de la despenalización de la cannabis el Congreso debe reafirmar el papel rector del Estado y no dejar el tema como meramente mercantil.
En el posicionamiento Manifiesto académico/activista cannábico, los participantes señalaron la certeza de que el proceso de regulación de la mariguana también contribuirá a desmontar estigmas que excluyen la participación social de los jóvenes y otras poblaciones, que desde el ejercicio de su libertad de consumirla son sujetos de discriminación y de violencia institucional.
Apostamos a que se abrirán los espacios adecuados para contribuir en la pacificación paulatina del país
. Alfredo Nateras Domínguez, coordinador del coloquio, destacó que otro punto del manifiesto se refiere a promover programas de consumo responsable, encaminado a la construcción de ciudadanías colectivas y asumiendo el ejercicio de los derechos como consumidores y la conciencia de las responsabilidades sociales y culturales que ello implica ante la comunidad.
Durante dos días del coloquio se insistió en la necesidad de trabajar en una narrativa y en educación para la población ante la nueva realidad que se avecina, con la regulación de la cannabis, una vez que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) abrió la puerta para su uso lúdico.
Sin embargo, se precisó que todavía deben discutirse muchos temas en la sociedad y en el Congreso, pero con la coincidencia total de que las actuales políticas prohibicionistas de drogas tuvieron un estrepitoso fracaso
en dos vertientes. Una, en la reducción de la oferta –hay un mercado más diversificado y más accesibilidad a drogas de abuso– y la otra, en la reducción de la demanda, pues hay un incremento significativo en el consumo de cannabis, en población adolescente de 12 a 17 años, en los pasados seis años.