En coordinación con personal del Instituto de Verificación Administrativa (Invea), la alcaldía de Álvaro Obregón repuso los sellos de clausura en la torre de oficinas de 15 niveles que se erige en Periférico Sur número 3042, junto a la presa Anzaldo, tras descubrir en flagrancia a 37 trabajadores que habían reiniciado los trabajos de construcción, a pesar de estar detenidos desde febrero de 2016.

En el lugar fue detenido y remitido al Ministerio Público el responsable de la obra, que de acuerdo con lo documentado por la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial (Paot), se realiza con una serie de irregularidades, entre ellas estar en un área de valor ambiental, por lo que no sólo había solicitado que se le retiraran los permisos, sino también su demolición.

La alcaldesa Layda Sansores precisó que han recibido 150 denuncias vecinales por obras irregulares, las cuales están siendo revisadas a detalle para saber si cuentan con los permisos, y si se confirman las anomalías estamos dispuestos a llegar a la demolición, como es el caso del edificio en la presa Anzaldo, advirtió.

Antes, por la corrupción, se ponían sellos para subir la tarifa de la mordida, pero eso se acabó. Estamos trabajando, no tan rápido como quisiéramos porque la anterior delegación escondió los papeles, pero los vecinos nos han proporcionado los expedientes completos, apuntó.

Las autoridades también suspendieron los trabajos de construcción en una obra ubicada en la tercera cerrada de Hidalgo, en San Bartolo, al presentar documentación apócrifa y ocasionar daño ecológico. Se reportó como edificación de una casa, pero la cimentación es para un edificio, refirieron.

Por separado, habitantes de la colonia Primera Victoria, también en Álvaro Obregón, manifestaron que la Secretaría de Obras y Servicios ha cumplido a medias la conciliación que firmó por conducto de la Comisión de Derechos Humanos local, para resarcir los daños provocados por los trabajos de ampliación de la línea 12 del Metro, que va de Mixcoac a Observatorio.

Los afectados indicaron que a unos días de que concluya la actual administración, no tienen certeza de que las viviendas que resultaron dañadas sean reparadas, pues si bien ya comenzaron los trabajos en cinco, no hay ningún contrato con las empresas para que continúen después de que concluya el sexenio.

Con la ampliación del Metro se dañaron 178 casas, de las cuales 160 requieren reparaciones menores, 16 trabajos de recimentaciones y dos de demolición.