Río de Janeiro. La presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Margarette May Macaulay, se mostró este lunes preocupada por el discurso de odio del presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, y sus ideas para combatir los altos índices de violencia en el país.

Al término de su visita de una semana al país sudamericano, Macaulay calificó de atrocidad las declaraciones sobre seguridad de Bolsonaro, y reconoció la preocupación de la comisión por el futuro de las comunidades más vulnerables de Brasil a partir del próximo 1º de enero, cuando el neofascista asuma el poder.

Nostálgico declarado de la dictadura militar (1964-1985), Bolsonaro propone blindar jurídicamente a los policías en ejercicio de su actividad, en un país donde ya es raro que los agentes se expongan a sanciones por abuso de autoridad. Si uno de nosotros, civil o soldado, es atacado y dispara 20 veces sobre el atacante, debe ser condecorado y no ir a la justicia, proclamó el presidente elcto el pasado agosto en Río de Janeiro.

Pensamos que es una atrocidad que cualquiera, especialmente alguien que está en el más alto cargo del país, pueda decir algo así, y esperamos que sea sólo una declaración, expresó Macaulay.

Pero las palabras de Bolsonaro no tardaron en ser retomadas por el gobernador electo de Río de Janeiro, el ultraderechista Wilson Witzel, quien ya propuso el despliegue de francotiradores para matar a los que porten fusiles en las favelas.

Eso no puede ser serio, así lo vemos nosotros. Es tan extremo que no podemos permitir que suceda, señaló la presidenta de la CIDH.

Diputado durante 27 años, Bolsonaro alcanzó la fama nacional debido a una retórica exaltada, llena de comentarios machistas, racistas y homófobos, con la que se impuso en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales con 55 por ciento de los votos hace dos semanas, frente al izquierdista Fernando Haddad.

Estamos preocupados por esas declaraciones que en la comunidad internacional de los derechos humanos designamos como claros discursos de odio, añadió Macaulay.