Aunque el Tribunal Electoral de la Ciudad de México (TECM) reconoció que se ejerció violencia política contra la entonces candidata a la jefatura de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, en los pasados comicios, no sancionó a los partidos de la Revolución Democrática, Acción Nacional y Movimiento Ciudadano, señalados como responsables de estos hechos, porque no se puede acreditar que los agresores pertenezcan a estos partidos.

Los hechos denunciados por Morena ocurrieron durante un recorrido por calles de Venustiano Carranza, donde seis mujeres y dos hombres le gritaron asesina en reiteradas ocasiones.

Por ello, los magistrados, en sesión pública realizada ayer, determinaron enviar el expediente a la Procuraduría General de la República (PGR), a efecto de que realice la investigación correspondiente y actúe conforme a derecho.

Al respecto, la magistrada Marta Leticia Mercado explicó que este tipo de violencia contra las mujeres no puede dejarse pasar, por lo que pidió a la PGR que la investigación tenga un compromiso absoluto con el sistema democrático en que vivimos y del que somos parte como ciudadanos y como autoridades.

En el Congreso capitalino, Morena y el Partido del Trabajo presentaron una iniciativa de reforma a la Constitución federal para que la violencia política de género sea causal de nulidad de una elección, exceptuando además en su aplicación el principio de determinancia –cuando la diferencia entre el primero y el segundo lugares es menor a 5 por ciento–, con lo que bastaría que se acredite como hecho grave, como la que se ejerció contra la ex candidata a la alcaldía de Coyoacán María Rojo Incháustegui.

Resulta imperante que todo acto que implique violencia debe prevenirse y garantizar la seguridad y protección de las mujeres que contienden por un puesto de elección popular, y tener claro que no se puede entender una verdadera democracia sin que exista la participación plena de las mujeres, expuso el diputado Ricardo Ruiz Suárez al presentar la iniciativa suscrita también por su compañera Paula Soto Maldonado y el petista Jesús Martín del Campo.