Iban apoyados por grupo de choque
Vecinos de Azcapotzalco forman barricadas en calle
Miércoles 31 de octubre de 2018, p. 38
Un violento desalojo –que dejó varias personas lesionadas, dos por arma de fuego– se realizó la mañana de ayer en la colonia Providencia, en Azcapotzalco.
Cerca de las 10 horas, aproximadamente un centenar de granaderos llegó al Centro de Desarrollo Comunitario San Juan Tlihuaca y a las oficinas de una lechería Liconsa, que forman parte del Deportivo San Juan, limitado por las calles Manuel Salazar, Salvador Sánchez Colín, Mariscal Rommel y Francisco I. Madero.
Junto con los uniformados llegaron un notario público y un grupo de jóvenes –que a decir de la gente iban armados–, quienes tras mostrar un documento que ampararía una resolución judicial para el desalojo de dichos espacios irrumpieron en ellos; primero sacaron a la gente y luego el mobiliario de una biblioteca y de las oficinas administrativas.
Ante esa situación, los vecinos se fueron juntando poco a poco y comenzaron los reclamos a los granaderos y a los cargadores, a quienes comenzaron a lanzarles piedras, botellas y cohetones, desatándose una batalla campal.
En medio del caos se escucharon disparos de arma de fuego de uno y otro lado que impactaron, según se dijo, a dos cargadores, quienes junto con los granaderos se retiraron para evitar que la situación escalara.
Los vecinos –ya en mayor número– colocaron barricadas con mobiliaro y llantas, a las que prendieron fuego, para impedir el paso de la policía. Al mismo tiempo, algunos sujetos dispararon sus armas al aire y otros hacían guardias con palos para estar alertas ante un nuevo ingreso de la policía y los cargadores, y así se mantuvieron hasta cerca de las 14 horas, lapso en el que estuvieron demandando la presencia de las autoridades de Azcapotzalco o del gobierno central para encontrar una solución a la amenaza de desalojo de esos espacios.
La tensión ocasionó que algunos jóvenes –a quienes no ubican como de la colonia– agredieran al reportero de Televisa Jacobo Velázquez, a quien le exigían que dejara de grabar con su cámara, y sin escuchar explicaciones comenzaron a empujarlo, patearlo y lo golpearon en la cabeza con un tubo. Vecinos inconformes lo rescataron y lo llevaron hasta su motocicleta para que saliera del lugar y pudiera recibir atención médica. A otros trabajadores de medios de comunicación los agresores les exigían con tono amenazante que se fueran de la zona.
Tras esos hechos, el alcalde de Azcapotzalco, Vidal Llerenas, dijo que la disputa legal de ese predio tiene más de 12 años y que no se ha podido determinar la propiedad del mismo; informó que se acordó instalar una mesa de negociación con los ejidatarios que reclaman ese terreno y los ocupantes, para llegar a un buen acuerdo para ambas partes.
Dijo que hay un fallo en favor de los propietarios, quienes lamentablemente trataron de hacer cumplir la sentencia con el apoyo de un grupo de choque que tomó posesión del espacio de manera violenta
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