Iglesias reprueban el uso de la fuerza pública para detener la caravana
Martes 23 de octubre de 2018, p. 6
El presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Coridh), Eduardo Ferrer Mac-Gregor, señaló que las políticas migratorias y de seguridad no pueden reñir con una protección efectiva a los derechos de los migrantes.
Durante su participación en la inauguración del segundo congreso internacional de la Unión Iberoamericana de Universidades y de las Cortes Supremas Constitucionales, sostuvo que la pobreza y la desigualdad siguen siendo una característica de América Latina.
Mencionó que sólo con objetivos comunes y esfuerzos compartidos de podrán derribar los muros que actualmente dificultan la consecución de la plena vigencia de los derechos humanos
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Por su parte, iglesias evangélicas, así como la Red de Cristianos por el Cambio, reprobaron el uso de las fuerzas de seguridad pública para detener a la caravana de migrantes hondureños, como ocurrió el viernes pasado en la frontera entre México y Guatemala, y cualquier violación a los derechos humanos.
En un mensaje dirigido a los titulares del Instituto Nacional de Migración, la Secretaría de Gobernación y los legisladores Citlali Hernández y Mario Delgado, pidieron preservar la dignidad e integridad de los migrantes durante su estancia en los centros migratorios, agilizar y promover los trámites de asistencia y refugio para quienes lo soliciten.
Informaron que 47 templos de las iglesias adventistas, bautistas, presbiterianas e independientes están habilitados como refugios temporales para migrantes en la frontera, además de que funcionan como centros de acopio de comida, agua y ropa.
La Red Latinoamericana y Caribeña por la Defensa de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes –formada por 26 coaliciones de 19 países– llamó al Estado mexicano a proteger a los menores migrantes que junto a sus familias huyen de la violencia y la pobreza en Centroamérica y se han sumado a la caravana.
Hemos venido señalando desde hace cuatro años la necesidad de construir un mecanismo trasnacional de protección especial para la niñez migrante entre Guatemala, Honduras, El Salvador y México, cuyo centro de atención sea el interés superior de la niñez y la adolescencia, en función del cual se construyan alternativas de articulación, programas, protocolos y líneas de operación para que sean las autoridades dedicadas a la protección de los menores quienes atiendan a esta población y no la Policía Federal o agentes migratorios
, subrayó la red.