Ankara. Un hombre que parecía traer puesta la ropa del periodista Jamal Khashoggi salió del consulado saudita en Estambul horas después de que éste ingresó y no se le volvió a ver, según se puede observar en un video de vigilancia, mientras un miembro del séquito del príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, hizo cuatro llamadas a la oficina real aproximadamente al mismo tiempo, según reportes dados a conocer este lunes en torno a la investigación sobre el asesinato del comunicador saudita.

La cadena CNN obtuvo imágenes exclusivas de vigilancia policial que forman parte de la investigación del gobierno turco, que muestran al doble, de complexión más robusta que la víctima, saliendo del consulado saudita por la puerta trasera, vestido con la ropa de Khashoggi, portando una barba falsa, anteojos y un par de zapatos deportivos diferentes a los que usaba el periodista.

El reporte indica que el mismo hombre también fue captado en la Mezquita Azul de Estambul pocas horas después de que el periodista fue visto con vida por última vez en la legación el 2 de octubre. El sujeto del video, identificado por las autoridades turcas como Mustafá Al Madani, supuestamente formó parte de lo que los investigadores dijeron que era un escuadrón enviado desde Arabia Saudita para matar a Khashoggi durante una visita al consulado que tenía programada para obtener unos documentos, de acuerdo con CNN.

Un miembro del comando de 15 sauditas sospechosos de la muerte de Khashoggi se vistió con lo que llevaba puesto el periodista y fue filmado por cámaras de vigilancia en Estambul. La ropa de Khashoggi probablemente todavía estaba caliente cuando Madani se la puso, indicó a la cadena un alto funcionario turco que habló con la condición de anonimato.

En tanto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, señaló que aún no está satisfecho con lo que ha escuchado de Riad sobre este asesinato. Vamos a llegar al fondo de esto, destacó el magnate, quien sostuvo que ya habló con el príncipe heredero sobre el caso.

Estas declaraciones ocurrieron previo a la cumbre Iniciativa de Inversión Futura, el Davos del Desierto, en Riad, cuyo objetivo es atraer a importantes inversionistas globales que contribuirían a cristalizar los ambiciosos planes del príncipe heredero de una reforma económica. Pero una serie de cancelaciones de grandes firmas y organismos financieros podría aumentar el creciente aislamiento del reino y el daño causado a la reputación política del príncipe, creador del foro, debido al escándalo mundial de este caso.

Aunque el príncipe heredero recibió al secretario estadunidense del Tesoro, Steven Mnuchin, quien hace unos días renunció a participar en el foro financiero, que comienza este martes, ambos líderes subrayaron “la importancia de la asociación estratégica entre Riad y Washington, informó la agencia de prensa oficial saudita SPA.

En Ankara, Omer Celik, portavoz del Partido de la Justicia y el Desarrollo, en el que milita el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, afirmó que el asesinato del periodista saudita fue salvajemente planificado, y agregó que los autores habrían desplegado grandes esfuerzos para disimularlo.

Erdogan dijo que este martes haría crudas revelaciones sobre toda la verdad del caso Khashoggi.

Medios y funcionarios turcos sostienen que el escuadrón saudita voló exclusivamente a Estambul, sabiendo que Khashoggi llegaría por unos papeles para su boda, una vez dentro del consulado, lo abordaron, le cortaron los dedos, lo asesinaron y desmembraron su cuerpo en 15 pedazos, afirmaron.

El jefe del comando saudita es, según los medios turcos, Maher Abdulaziz Mutreb, miembro de la guardia pretoriana del príncipe heredero, y es captado en las cámaras de vigilancia llegando al consulado, y luego arribando a la residencia del cónsul el día de la desaparición de Khashoggi.

Después de semanas de negar su participación en el caso, Riad dijo que la muerte del periodista, crítico del poder de Riad, fue el resultado de una pelea de puños, pero el sábado, el ministro de Exteriores, Adel al Jubeir, aceptó que se trató de un asesinato, lo calificó de un tremendo error y señaló que desconoce el paradero de sus restos.

En este contexto, la primera ministra británica, Theresa May, exigió que se conozca la verdad sobre el caso, al tiempo que el ministro de Economía de Alemania, Peter Altmaier, pidió a los europeos que no firmen nuevos contratos de venta de armamento a Arabia Saudita hasta que haya aclarado totalmente el homicidio del periodista.