Julio llegó al hospital general de Chimalhuacán 90 Camas, en el estado de México, por neumonía, donde le diagnosticaron VIH, por lo que fue discriminado y no se le brindó la atención correspondiente.

Su hermana Dolores narró que en los seis días que estuvo internado, ni médicos ni enfermeras le hacían caso. Lo mantuvieron en una silla junto a pacientes con tuberculosis; luego le quitaron el oxígeno, el suero y no lo tenían con nada.

En entrevista, Dolores dijo que incluso una de las médicas, Miriam García Guzmán, le dio una receta para comprar el antirretroviral Truvada, que cuesta más de 10 mil pesos, aunque es gratuito en los centros de salud.

Agregó que intentó poner una queja ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, pero no prosperó pues por ser un instituto estatal tenía que hacerlo en esa entidad.