Lunes 22 de octubre de 2018, p. 31
Mexicali, BC. Para Norma Estela Díaz, dirigente de la Asociación Nacional de Mujeres Empresarias del Campo (Anmec), existen muy pocas emprendedoras en el sector, ‘‘y podríamos decir que no todas somos exitosas.
‘‘Gracias a que hemos logrado insistir, resistir y persistir, poco a poco nos hemos ido adentrando al mundo empresarial, pero todavía es muy complicado que una mujer sobresalga’’, comenta. Entre los numerosas obstáculos que enfrentan menciona la falta de tierras y las mayores restricciones para obtener créditos en comparación con los hombres.
Norma Estela es originaria de Zacatecas. Durante una década se ha dedicado a la elaboración de asado de boda (platillo tradicional de carne en salsa), mermeladas de frutos silvestres o salsas gourmet, entre otros alimentos.
Como ella, 15 mil emprendedoras de 12 estados, agrupadas en la Asociación Mexicana de Mujeres en Red, buscan obtener ingresos con la elaboración de comida.
Díaz señala que, ‘‘con el aumento de la desigualdad, las tareas de supervivencia y cuidados de la familia han recaído en las mujeres y las niñas, provocando que cada vez más se integren a las labores del campo’’.
Citando datos de la Organización de las Naciones Unidas para las Mujeres, la dirigente de la Anmec –asociación civil que promueve la participación de las personas del sexo femenino en el sector primario– refiere que, en promedio, 43 por ciento de la fuerza de trabajo agrícola en los países en desarrollo son mujeres.
Esta cifra varía considerablemente según la región. En México, hasta hace tres años se contabilizaban 2.17 millones de agricultores y trabajadores agrícolas, de los cuales 11 de cada 100 son mujeres. Si bien la presencia de las labriegas es alta, el acceso a semillas, insumos créditos y servicios de extensión es limitado.
México tiene una superficie agrícola de 32.4 millones de hectáreas; Tamaulipas cuenta con 2.8 millones (8.7 del total nacional); Chihuahua, con 2.6 millones (8.1 por ciento); Jalisco, 1.7 millones (5.3), y Veracruz y San Luis Potosí, 1.6 de hectáreas en cada caso, lo que equivale a 4.9 por ciento.
Una quinta parte de la superficie agrícola nacional es de riego. Baja California tiene la mayor proporción de tierras irrigadas en el país (84.5 por ciento), seguido de Baja California Sur (74.8 por ciento) y Sonora (53.2 por ciento).
En México, 22.5 por ciento de la mano de obra de grandes empresas del sector son mujeres, mientras en pequeñas y medianas compañías equivale a 16.5 por ciento.