Lunes 22 de octubre de 2018, p. 25
La promesa del futuro gobierno federal de no incrementar ni crear impuestos es una buena manera de conservar la competitividad fiscal, pero pone en una situación compleja la posibilidad de cumplir los objetivos de la nueva administración, aseguró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp).
Esa promesa es también una buena medida, porque Estados Unidos redujo su carga tributaria para dar mayor impulso a la actividad económica, dijo el organismo en un análisis económico difundido ayer. Sin embargo, señaló que de llevarse a cabo se coloca en una situación compleja la posibilidad de cumplir con otras promesas de campaña.
Por ello, el organismo instó al próximo gobierno a realizar una verdadera reingeniería del gasto
para conservar la salud de las finanzas públicas, mediante la revisión a fondo de todos los programas que se han identificado como regresivos, para que los recursos se dirijan a la inversión productiva con el objetivo de estimular la inversión privada y con ello la creación de empleos de calidad
.
El principal instrumento de políticas públicas es la estructura del gasto, porque refleja las prioridades del gobierno y permite inferir la visión del Estado en cuanto a la eficiencia en la asignación de los recursos, la redistribución del ingreso y el enfoque de la política macroeconómica, apuntó.
De las decisiones que tome el nuevo gobierno dependerá si su objetivo principal es un crecimiento económico que beneficie a toda la población o fortalecer los programas asistencialistas que sólo contribuyen a perpetuar la pobreza
, agregó.