Guanajuato, Gto., Los colores de la agrupación Les Musiciens du Louvre se escucharon este fin de semana en el teatro Juárez, donde interpretaron un programa que incluyó cantatas de cámara del compositor alemán Georg Friedrich Haendel y piezas del compositor veneciano GB Platti.

La orquesta, fundada en 1982 por Marc Minkowski, surgió como grupo especializado en música barroca con instrumentos antiguos, sobre todo francesa, y después fue ampliando su repertorio hasta la música de 1900.

En entrevista con La Jornada, el director de Les Musiciens, Francesco Corti, comentó que en la actualidad la agrupación cuenta con un repertorio enorme y se caracteriza por tocar con instrumentos de la época.

Ahora tenemos instrumentos originales y copias de la primera mitad de 1700 que son originales.

Enfatizó que una característica de la orquesta es la facilidad y la capacidad que tiene para alternar repertorios y estilos.

En su participación en la edición 46 del Festival Internacional Cervantino (FIC), el público apreció los colores de la orquesta, que son muy distintos, porque en algunas de las piezas hay un oboe solista o dos violines solistas, y en la cantata más chica que interpretarán tiene una flauta solista.

La orquesta francesa debutó en México con obras como Concerto grosso op. 6 núm. 11 en La mayor HWV 392; Crudel tiranno amor, de la cantata HWV 97; Nel dolce dell’oblio, de la cantata I pensieri notturni di Filli HWV 134; Concerto grosso Op. 6 núm. 2 en Fa mayor HWV 320, y Dal giorno fatale, de la cantata Delirio amoroso HWV 99.

Las cantatas de Haendel son fascinantes, es música especial, fabulosa. Me parece interesante que el compositor siempre mezcla o hace dialogar a la solista vocal, que en este caso se trata de Arianna Vendittelli, soprano italiana espectacular, explicó Corti.

Para Corti, Haendel fue un compositor fascinante y creativo. En su producción tardía el músico fue reciclando toda su obra por el resto de su vida. La música más tardía tiene adaptaciones de arias sacadas de estas cantatas y eso siempre me pareció muy interesante.

El director de Les Musiciens du Louvre destacó que en Concerto grosso toda la orquesta dialoga con un grupo chico de instrumentos, particularmente con un violín como solista, lo mismo sucede en Concierto para oboe de Platti.

La chelista Aude Vanachere, cuyo instrumento es de 1740, expresó que le gustan las obras de Haendel en particular porque hablan de sentimientos, de amor, y cuando lo tocas te mueve mucho. El texto también es muy actual. Es una música que no pasa de moda.

Les Musiciens du Louvre, desde su creación, ofrece una reinterpretación de un repertorio lírico y sinfónico que se extiende del barroco hasta el periodo moderno. Han sido exitosas sus representaciones de Haendel, Purcell y Rameau, pero también de Haydn y Mozart (Misa en Do menor), y más recientemente de Bach.