Lunes 22 de octubre de 2018, p. 7
En el contexto de la presentación del libro Derechos culturales y políticas públicas: reflexiones sobre la gestión 2014-2018 en la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, en la 18 Feria Internacional del Libro en el Zócalo, se realizó la lectura del documento Cultura y paz: declaración de la Ciudad de México.
Durante el acto, Eduardo Vázquez Martín, titular de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, comentó al respecto: “En el centro de las políticas culturales debe estar la construcción de la paz; esas políticas culturales pueden ser una gran herramienta para la pacificación del país. Pero se debe pensar muy en serio cómo hacerlo. Es ahí donde la cultura puede aportar desde la tolerancia, la diversidad, el diálogo y la multiplicación de oportunidades en el trabajo, ya que mucha veces la violencia nace de la impotencia de expresar lo que se está viviendo.
La construcción de una sociedad moderna, en el sentido de incluyente y culta, pasa por la cultura
, añadió el funcionario.
En la lectura colectiva de la declaratoria participaron la investigadora y promotora cultural Lucina Jiménez; Jordi Pascual, coordinador de la Comisión de Cultura de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos; Karima Bennoune, relatora especial de la Organización de Naciones Unidas para los Derechos Culturales; el poeta Javier Sicilia, y el mismo Vázquez Martín, entre otras personalidades.
La declaración se realiza desde el conocimiento de que la cultura es la gran fuente con que cuenta la humanidad para rencauzar su camino hacia la conformación de sociedades en las que reinen el diálogo y la convivencia, donde nuestras diversidades no sólo no nos separen, sino que sean el fundamento de nuestra riqueza; en las que la inclusión y el reconocimiento sean tareas de todos, y donde la igualdad que nos une como seres humanos nos conduzca a la concordia y la paz
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En la declaratoria se asienta que para ello es imprescindible mejorar las condicione sociales, procurar el desarrollo económico, impulsar un reparto igualitario de la riqueza y garantizar la sostenibilidad ambiental, para ofrecer y contruir un proyecto viable a una humanidad que vive inmersa en un acelerado proceso de corrupción y desigualdad, de migraciones forzadas y exilios, de menosprecio de los derechos de la mujeres, las juventudes, los pueblos originarios y las comunidades que por su identidad sexual o por su carácteres raciales sufren discriminación o son criminalizados y perseguidos
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Antes de la lectura se presentó el libro Derechos culturales y políticas públicas: reflexiones sobre la gestión 2014-2018 en la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.
Se trata, explicó Lucina Jiménez, de una propuesta que establece una nueva narrativa de cómo la institucionalidad puede acercarse a la ciudadanía para informar sobre los procesos culturales en los que se involucró.
Es una amplia reflexión colectiva sobre la construcción de la política pública cultural, en medio del cambio y el momento político de lo que hoy vive Ciudad de México, al convertirse en un estado más de la República, y donde la ciudadanía ejerza sus derechos.
Lo interesante del libro, destacó Jiménez, es la manera en que está escrito. “No es una numeralia, ni una colección de datos o actos.
“Lo relevante es que reúne diversas opiniones y es una reflexión que problematiza las tensiones que implica realizar un cambio de las políticas culturales con base en los derechos culturales; es decir, en la que se establece a la cultura en el desarrollo sostenible, pero basado en los derechos culturales. Ese es el cambio, que permite que la mirada de las políticas públicas, a partir de este periodo de transición, con ese enfoque, sea el eje.”