La Autoridad del Centro Histórico interpuso tres denuncias ante la Fiscalía Desconcentrada de Investigación en Delitos Ambientales y en Materia de Protección Urbana (Fedapur) por las irregularidades detectadas en inmuebles ubicados en las calles Rodríguez Puebla 35, Santo Tomás 28 y Reforma 26.

En el primero, explicó el titular de dicho órgano de apoyo de la jefatura de Gobierno capitalina, Jesús González Schmal, se levantó una plaza comercial en un predio con uso de suelo habitacional, sin presentar ningún documento o solicitar algún permiso o autorización.

Un atropello de lo más cínico es la construcción de un estacionamiento de cinco niveles en el segundo sitio, sin mediar una licencia y en una zona histórica, lográndose su clausura y posterior aseguramiento por parte de la Fedapur.

Los dueños, sin embargo, ganaron un recurso ante el Tribunal de Justicia Administrativa, por deficiencias en la integración del expediente, y ahí está, aunque no funcionando, y se solicitó a las autoridades su intervención, indicó.

El funcionario denunció que en Reforma 26, en un área de monumentos históricos, Banca Mifel levantó un edificio de 44 niveles, cuando sólo contaba con la autorización del Instituto Nacional de Antropología e Historia y de la Secretaría de Desarrollo Urbano, de seis.

Las autoridades de Cuauhtémoc le dieron un aviso de manifestación de construcción el mismo día que concluyó la gestión de Ricardo Monreal, y nadie le dijo al dueño que su aviso no corresponde a la autorización; se fue con el aviso y terminó, indicó.

Como autoridad, explicó González Schmal, se pidió el expediente a la demarcación y nos dijo no hay expediente, e igual respuesta obtuvimos de la Contraloría, pero al tiempo que revisa se repuso con base en una copia del infractor, lo cual le dijimos que eso no podía ser.

Su respuesta fue suspender a un jefe de unidad departamental por un año, pero interpuso un recurso ante la Contraloría General, porque no fue fundada la medida y parece que se revertirá, y esta maraña da márgenes de maniobras de los desarrolladores inmobiliarios.

Dichas irregularidades han sido planteadas con anterioridad a las autoridades involucradas en las mesas de trabajo que tenemos y se les presentó un diagnóstico elaborado por la Autoridad del Centro Histórico, a fin de que inicien los procedimientos correspondientes.

Su respuesta ha sido la lentitud e indolencia, aunque en este caso de Reforma 26, ubicado en el perímetro B, la apertura del edificio de servicio está detenida por el INAH, que dio únicamente un permiso para seis niveles, sostuvo.

Por ello, la alcaldía tiene la obligación de revisar que haya construido conforme a la manifestación de construcción y la documentación en regla y proceder a la demolición de los niveles adicionales, puntualizó.