Iguala, Gro., Este jueves, al cumplirse cuatro años de la desaparición de 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, padres de familia demandaron que se investigue a los elementos del 27 batallón de infantería; consideraron que la orden de liberar a ocho presuntos miembros del grupo criminal Guerreros Unidos, entre ellos Gildardo López Astudillo, El Gil, fue resultado de la mala integración del expediente por la Procuraduría General de la República (PGR).

Entrevistado ayer durante un mitin en Iguala, Melitón Ortega, vocero de los padres de los desaparecidos, dijo que familiares de los normalistas se acababan de enterar que ocho de los detenidos por el caso Ayotzinapa serían excarcelados, lo que el portavoz atribuyó a que la PGR armó un expediente con muchas irregularidades. Se pretende liberarlos sin responsabilidades, consideró.

Recordó que ninguno de los detenidos fue encarcelado por la desaparición forzada de los estudiantes, sino por secuestro, por eso para nosotros fue clara la estrategia del gobierno para simular que está castigando a los responsables, y esa es una muestra de que no tiene interés de llegar a la verdad.

Sostuvo que la administración federal que encabeza Enrique Peña Nieto aún defiende su verdad histórica, la cual indica que los estudiantes fueron asesinados e incinerados por el crimen organizado, pero para nosotros hubo irregularidades en la investigación; vamos a continuar nuestra lucha hasta que se integre la Comisión de la Verdad y la Justicia, hasta esclarecer la verdad y saber dónde están los estudiantes.

La tarde del jueves, unos mil 500 integrantes de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México y padres de los 43 protestaron en Iguala en el contexto del cuarto aniversario de la desaparición de los normalistas y el asesinato de tres.

Los inconformes, apoyados por organizaciones sociales de Iguala, marcharon por el Periférico Norte de Iguala hasta llegar al monumento erigido en memoria de Julio César Mondragón, donde depositaron una ofrenda floral.

Posteriormente se trasladaron unos 200 metros, hasta el monumento a los estudiantes de Ayotzinapa Julio César Ramírez Nava y Daniel Solís Gallardo, asesinados el 27 de septiembre de 2014, y ahí concluyeron sus movilizaciones.