Monterrey, NL., El gobierno de Nuevo León acordó ayer con directivos de la Liga Mx y de los equipos Tigres y Monterrey una serie de medidas con las que se busca evitar incidentes como el del pasado domingo, previo al clásico regiomontano, donde un aficionado felino fue herido de gravedad.

En conferencia de prensa, el secretario general de gobierno del Estado, Manuel González, anunció que entre dichas acciones se prohibirán totalmente las marchas y caravanas de aficionados hacia los estadios de Nuevo León, así como la asistencia de cualquier barra visitante a dichos inmuebles.

No obstante, entre dichos lineamientos no se contempla la desintegración definitiva de las barras, las cuales, pueden operar de manera correcta y funcional, según Enrique Bonilla, presidente de la Liga Mx.

Otras medidas anunciadas fueron prohibir en forma definitiva el acceso a los estadios a quienes participaron en la riña; convocar a los clubes, medios de comunicación y sociedad en general a evitar mensajes que propicien violencia dentro y fuera de los inmuebles.

Asimismo, entregar bases de datos de los integrantes de las barras, establecer un comité que se reúna constantemente para analizar medidas de seguridad, pedir moderación en la prensa para evitar que se propicie violencia y fomentar una campaña de amistad entre aficionados de ambos clubes.

Por su parte, el ex directivo Emilio Maurer consideró que las medidas anunciadas son ingenuas y poco enérgicas. La Federación Mexicana de Futbol (FMF) siempre ha actuado de forma muy blanda: creo que ya es momento de ser más estrictos y acabar con las barras, que vemos que cada vez son más agresivas y belicosas.

Opinó que la violencia que se vive actualmente en los estadios de futbol del país es el reflejo de la violencia que persiste en todo México y la FMF debe de una vez por todas tomar el toro por los cuernos y hacer algo tajante para erradicar de forma definitiva este tipo de comportamientos.

Afirmó que incidentes como el del pasado domingo “no deben pasar por alto, el equipo local tiene que hacerse responsable de la seguridad en las inmediaciones de su estadio y enfrentar la situación hasta las últimas consecuencias.

En este caso, ambos equipos son muy fuertes, que aportan mucho al futbol, pero tienen la obligación de hacer, junto con las autoridades estatales, un frente común para evitar este tipo de situaciones.