Los esgrimistas Natalia Botello y Diego Cervantes tienen algo en común, pues además del gusto por el deporte de las armas competirán el mismo día y tienen en mente ganar dos oros en los Juegos Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires, el 9 de octubre.

Los medallistas mundiales juveniles se preparan para ese compromiso y están tan seguros de su potencial que ni dudan en pensar en otro color de metal. Vamos por el oro, dice convencida Natalia, especialista en el sable, quien ha aportado cuatro preseas a México en las categorías juvenil y cadete.

Botello, quien sorprendió al conquistar el título del orbe a los 14 años de edad en Povlid y otro par de medallas en 2017, para lograr otra plata en Italia al perder la corona en 2018, está convencida de que ganará el oro porque se presenta como la favorita del certamen.

Ahora con 16 años, la Premio Nacional de Deportes, está más que convencida para estar en lo más alto del podio. “Vamos a regresar con la medallita a casa y con la mira en (los Juegos Olímpicos) Tokio (2020). Crean en nosotros, en los jóvenes.

“Somos un ejemplo de que si quieres se puede. A mis 14 años era 128 del ranking y logré ser la número uno del mundo. Era la más pequeña contra una rival que tenía 20”, evoca la esgrimista de su actuación en el Mundial de Bulgaria.

A un lado, en la conferencia de prensa, su entrenador Alain Tandron asienta con la cabeza sobre el proceso que ha realizado con su alumna desde hace cuatro años para poner a la esgrima de México en lo alto. Ahora nos respetan y los señalan como favoritos, donde quieran que se presentan, añade.

Diego, primer esgrimista en obtener una presea mundial con el bronce que logró en florete en Italia este año, estaba igual de emocionado que Natalia. Practicó todos los deportes que le ponían y a los nueve años comenzó su historia.

Los dos son de Baja California, una de la entidades que se ha convertido en el semillero de la esgrima. Ambos son entrenados por mexicanos de origen cubano que confían en sus alumnos para darle una doble satisfacción a México y tenga dos medallas de oro, comenta Mike Rodríguez, preparador de Cervantes.