Martes 28 de agosto de 2018, p. 36
Investigadores y académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México y otras instituciones de educación superior del país, así como de los institutos Mexicano del Seguro Social y de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, se pronunciaron por modificar el actual sistema de etiquetado de alimentos y bebidas, a fin de que sea entendible y realmente facilite la toma de decisiones de los consumidores para una alimentación saludable.
En un artículo de postura publicado en la edición julio-agosto de la revista Salud Pública de México, advierten sobre la importancia de que en el diseño de los mensajes en las etiquetas participen personas sin conflictos de intereses.
En México, señalan, es común la participación de las corporaciones en la toma de decisiones de salud a través de sus cámaras, gremios, grupos de interés y organizaciones de la sociedad civil que financian
. Incluso, la Organización Mundial de la Salud ha planteado este problema y la necesidad de atenderlo.
La posición de los especialistas se difundió la víspera de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación retome la discusión sobre la demanda de amparo interpuesta por la organización civil El Poder del Consumidor, sobre la inconstitucionalidad del etiquetado vigente a partir de 2015.
Se espera que los ministros aborden el tema este miércoles y resuelvan si el sistema de información basado en las Guías de Alimentación Diaria (GDA) cumplen con los derechos constitucionales a la salud y a la información.
El grupo de expertos se integró en noviembre de 2017 a petición de la Secretaría de Salud, con la finalidad de que hicieran un planteamiento sobre el etiquetado en alimentos y bebidas.
En su análisis, los especialistas destacan que 58 por ciento de las calorías que consumen los mexicanos proviene de los alimentos y bebidas procesadas.
De hecho, el país se ubicó en 2013, en el primer sitio de América Latina, en la venta al menudeo per cápita de este tipo de productos, con una venta de 212.2 kilos y resaltan que ese nivel de consumo se ha asociado con el incremento en el sobrepeso y obesidad que afecta a 72 por ciento de los adultos y 30 por ciento de niños y adolescentes.
Además, retoman los resultados que ha obtenido Chile que, entre otras medidas para controlar el sobrepeso y obesidad desarrolló el etiquetado de advertencia, el cual es fácil de comprender porque informa de manera simple sobre el contenido excesivo de energía, nutrientes e ingredientes en los alimentos que, consumidos en exceso se asocian con el desarrollo de males crónicos no transmisibles.
Brasil, Perú y Canadá están en el camino de copiar este esquema, el cual ya es recomendado por la Organización Panamericana de la Salud para que se adopte en países.