El gobierno de México ha dejado solos a la mayoría de los migrantes que durante semanas han estado atrapados en ciudades fronterizas o en los puentes que conectan con Estados Unidos en espera de obtener la condición de refugio en el país vecino, de acuerdo con la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA).

En el informe Vuelva después: Retos para los solicitantes de asilo que esperan en los puertos de entrada, un equipo de investigadores de esta organización exponen que, frente a condiciones de seguridad muy precarias en las zonas fronterizas, los peticionarios de refugio son vulnerables a secuestros y otros actos de violencia a manos del crimen organizado.

El trabajo, escrito por Adam Isacson, Maureen Mayer y Adeleine Hite, contiene documentación elaborada por el equipo de seguridad y migración de la WOLA en los pasados siete años, complementados por una visita realizada al sur de Arizona del 19 al 22 de junio.

Señalan que en el apogeo de la política tolerancia cero del gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, funcionarios de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) han estado a la ofensiva al retrasar y evitar el procesamiento de las familias que solicitan asilo.

Las irregularidades en los puertos de entrada, según el reporte, van desde dejar por días a las familias en la calle bajo el sol de una ciudad desértica hasta desinformar a los migrantes de sus derechos para ingresar a tierras estadunidenses y solicitar asilo.

Durante la visita de WOLA a Nogales, en la frontera entre Arizona y Sonora, el personal de la Iniciativa Kino para la Frontera, organización de servicio y defensa de migrantes dirigida por jesuitas, dijo que, en ese momento, el número de migrantes que esperaban turno en el puerto de entrada había llegado a 113, que incluia a 48 familias, y diariamente llegaban más peticionarios.

Este fenómeno, expuso el equipo de la WOLA, se presenta a lo largo de la frontera. Las organizaciones consultadas documentaron extensas filas en los puertos de entrada en El Paso y McAllen, Texas; San Diego, California, y otros lugares.

Los investigadores afirmaron que el gobierno mexicano ha dejado solas a estas personas. Aún peor, en Reynosa, Tamaulipas, organizaciones defensoras reportaron que en junio funcionarios de migración se paraban en la entrada del puente que conecta con Estados Unidos pidiendo a los migrantes visas de tránsito válidas. De no presentar documentos oficiales, estas personas eran detenidas en nuestro país.

Los defensores en esta área creen que esto es un signo de una mayor colaboración entre la CBP y los fun-cionarios de migración de este lado de la frontera. En el pasado, el gobierno mexicano también había sido criticado por reportes de colaboración con la CBP para prohibir a los solicitantes de asilo llegar a los puertos de entrada, documentó la WOLA.