Martes 17 de julio de 2018, p. 33
La desaparición del hielo en la zona de los casquetes polares preocupa cada vez más a la comunidad científica, pues ese hecho puede generar el interés de muchos países en explotar sus mantos petrolíferos, en el caso del Ártico, y su riqueza mineral en la Antártida, alertó Hugo Delgado Granados, director del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Algunos grupos buscan que esta región no sea explotada porque si la actividad económica se desarrolla, lo que se estaría provocando es un factor más que inhiba la formación del hielo. Obviamente en la época invernal el casquete polar Ártico vuelve a crecer, pero si durante el verano éste desaparece, las grandes compañías trasnacionales tendrían la oportunidad de llevar a cabo la explotación de estas áreas
, explicó.
Dijo que de acuerdo con publicaciones especializadas, en el Ártico hay unos 14 mil 300 millones de metros cúbicos de petróleo, 47.3 trillones de metros cúbicos de gas natural y 7 mil millones de metros cúbicos de líquidos del gas natural. Esto constituye aproximadamente 30 por ciento del gas y 13 por ciento del petróleo no descubierto en el mundo.
Por otro lado, una evaluación independiente del potencial petrolífero y gasífero del sector ruso del Ártico indica que las superficies de la zona constituyen en conjunto una de las supercuencas petrolíferas más grandes del mundo.
En un comunicado del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, el investigador explicó que cuando se tiene un área cubierta por hielo y nieve, se forma una superficie blanca que refleja la radiación solar, pero si los glaciares retroceden y dejan la parte rocosa oscura al descubierto ya no se refleja el calor, sino se absorbe. Esta sola acción cambia el microclima y hace que aumente la temperatura local
, expuso.