Caos en la ciudad de Diriamba
Rescatan a un grupo de opositores que se refugiaron en la basílica
Martes 10 de julio de 2018, p. 22
Diriamba, Nicaragua
Una misión de la Iglesia católica integrada por obispos y el nuncio apostólico en Nicaragua, Waldemar Stanislaw Sommertag, logró salir ayer de la ciudad de Diriamba, en el sur del país, tras ser agredida por un centenar de seguidores del gobierno y paramilitares.
Los seguidores del presidente Daniel Ortega irrumpieron en la Basílica de San Sebastián cuando obispos y sacerdotes llegaban a apoyar a una decena de personas que se había refugiado en el templo, en medio de un enfrentamiento el domingo entre fuerzas del gobierno y manifestantes que tenían barricadas en las calles.
Asesinos
, mentirosos
, hijos de puta
, gritaron los partidarios del gobierno cuando llegó a Diriamba la comitiva de religiosos, encabezada por el cardenal Leopoldo Brenes y el nuncio Sommertag, constató un equipo de la agencia de noticias Afp.
Los jeracas católicos, que se trasladaron en caravana desde Managua, fueron rodeados por seguidores del gobierno a la entrada del templo, en cuyos alrededores había encapuchados y policías. Decenas de ellos entraron con los religiosos, a quienes no dejaban de insultar. En un rincón, cerca del altar, estaban las personas que se habían refugiado.
Minutos después entró un grupo de encapuchados –al menos tres con pistola o lanzamorteros–, forcejearon con los sacerdotes, algunos de los refugiados y se agudizó el caos. Los religiosos, acompañados por periodistas, se refugiaron en la sacristía.
El Canal 15 de televisión transmitió imágenes del obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, quien denunció que fue herido en el brazo derecho y golpeado en el estómago. Otro de los lesionados fue un periodista de esa emisora, cuyos equipos fueron robados y apareció en imágenes con la nariz sangrante.
El reportero dijo al canal que lograron abandonar el lugar tras la llegada de dos patrullas de la policía que los escoltó hasta la salida de Diriamba. Antes había informado que otros colegas también sufrieron golpes y el robo de cámaras, teléfonos y otras pertenencias.
Lo que hemos sufrido los obispos no es nada comparado con lo que ha sufrido el pueblo de Nicaragua en estos días
, dijo Báez. Lo importante es que logramos sacar a las personas que estaban en la Basílica
, añadió, en declaraciones para el Canal 15 cuando regresaba a la capital.
Acompañados por el representante del Vaticano, el cardenal Leopoldo Brenes y otros obispos viajaron ayer en misión humanitaria
a la sureña provincia de Carazo, donde el domingo paramilitares atacaron a manifestantes opositores desarmados, con saldo de varios muertos, de acuerdo con organismos de derechos humanos.
Los religiosos planeaban llegar a las ciudades de Diriamba y Jinotepe, a unos 43 kilómetros de Managua, para mediar en el conflicto, en una misión similar a la del 21 se junio en Masaya, informó la Arquidiócesis de Managua.
Los religiosos viajaron a Carazo para acompañar a la población en estos momentos difíciles
, tuiteó la Conferencia Episcopal, que advirtió que valora seriamente la continuación en el diálogo
, luego de que Ortega descartó llamar a elecciones anticipadas, y calificó de delincuentes
y golpistas
a los manifestantes.
La opositora Alianza Cívica, integrada por estudiantes, campesinos, empresarios y sociedad civil, y la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos, condenaron los sucesos en Diriamba.
Al menos 12 personas murieron en horas recientes en Nicaragua como resultado de violentos ataques de fuerzas paramilitares contra manifestantes civiles opositores al gobierno en por lo menos cuatro localidades del país, informaron organismos de derechos humanos y dirigentes sociales.
Nicaragua vive su peor crisis política en 40 años desde que comenzó la protesta estudiantil el 18 de abril en rechazo a una reforma al sistema de seguridad social, que fue derogada. Las protestas siguieron en respuesta a la represión que según organizaciones de derechos humanos independientes ha dejado 309 muertos.