Acudirán a albergues de 3 ciudades
Elaborarán un diagnóstico sobre consecuencias de la separación familiar
Jueves 28 de junio de 2018, p. 14
El escándalo internacional desatado por la política de tolerancia cero a la migración indocumentada ejecutada por el gobierno de Donald Trump llevó a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) a enviar un equipo de visitadores adjuntos a Estados Unidos para dar apoyo a los connacionales cuyas familias han sido separadas y elaborar un diagnóstico sobre las consecuencias de dicha estrategia migratoria con el fin de diseñar mejores métodos para su defensa.
La observación se realiza en McAllen, Houston y Brownsville, Texas, donde se ubican algunos de los centros de detención de migrantes más grandes de ese país.
La CNDH informó que la deportación de migrantes sin documentos pone en riesgo los derechos humanos de las personas detenidas, principalmente niños y adolescentes, al separar las familias y procesar a los adultos por haber cruzado la frontera sin documentos para su posterior deportación a sus países de origen.
La unidad familiar es un derecho protegido por el sistema interamericano de derechos humanos. De acuerdo con estándares internacionales en la materia y con criterios de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, a las personas migrantes sujetas a procedimientos de deportación se les debe respetar como mínimo el derecho a ser escuchadas por la autoridad competente en el marco del procedimiento tendente a su deportación y tener la oportunidad adecuada para ejercer su derecho de defensa
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Los lineamientos internacionales, apuntó el organismo nacional, también señalan que los migrantes en proceso de deportación deben contar con interpretación y traducción, con representación legal, con protección consular desde el momento de su detención, deben recibir notificación de la decisión que ordena su expulsión, acceder a un recurso efectivo para impugnarla y poder hacerlo, tienen derecho a que los recursos interpuestos tengan efectos suspensivos sobre esa decisión y a la unidad familiar.
Los visitadores han realizado actividades específicas de vinculación con organizaciones de la sociedad civil que trabajan en la defensa de los derechos humanos de las personas en contexto de migración en el país vecino. Acudieron además a los consulados mexicanos en Texas para entrevistarse con servidores públicos, gestionar por su mediación las visitas a los centros de detención migrantes, visitar albergues para recabar testimonios, escuchar inquietudes y necesidades de las familias mexicanas que se encuentran ante una posible deportación.
La CNDH informó que las reuniones con las ONG han tenido como objetivo principal buscar puntos en común para promover acciones que salvaguarden los derechos humanos de todos los migrantes.