Las páginas de la historia mexicana escritas en Palacio Nacional –incluso con hallazgos en el subsuelo– tienen hoy un espacio exclusivo ahí mismo. El presidente Enrique Peña Nieto inauguró ayer el Museo de Historia en la sede del Poder Ejecutivo federal, en una extensión de mil 500 metros cuadrados, ubicado en el mezzanine que da al patio mariano.

En una breve ceremonia, el mandatario expuso la condición de México como el país latinamericano con mayor número de museos y bibliotecas. Ésa, dijo, fue una de las condiciones para crear en esta administración la Secretaría de Cultura: fomentar y democratizar el acercamiento de los mexicanos a todas las expresiones del arte y las letras, que las conozcan y se sientan orgullosos de la riqueza, del acervo cultural y artístico del país.

Peña instruyó a José Antonio González Anaya, titular de Hacienda –dependencia encargada de la custodia y conservación del Palacio Nacional– a encontrar nuevos espacios en el recinto para albergar otras expresiones del arte, como ocurre también, a partir de estos días, con buena parte de la obra del pintor Raúl Anguiano, donada por su familia al gobierno federal.

Peña Nieto, quien había recorrido antes de esta ceremonia la obra del artista jalisciense fallecido en 2006, dijo al funcionario: “hay más señor secretario; y si no, le ayudo (…) porque no conozco todos los espacios ni menos los más apartados y recónditos de este Palacio, pero sí varios de ellos, pues constituye un gran privilegio y oportunidad tener aquí un espacio de trabajo”.

También resaltó el hecho afortunado de que el área de la administración federal responsable de cuidar el Palacio sea Hacienda, porque tiene más recursos para destinar al cuidado de este edificio.

De acuerdo con historiadores adscritos al área de conservación de Palacio Nacional, en este museo hay alrededor de mil objetos expuestos. Desde piezas arqueológicas encontradas en excavaciones realizadas en el lugar hasta cuadros, pendones, documentos, vajillas, piezas de ornamento e incluso, traída del Museo de Historia, la silla presidencial donde se sentó Francisco Villa el 6 de diciembre de 1914.

El secretario González Anaya habló del surgimiento de la idea de dónde instalar este museo de sitio. Relató que, caminando por Palacio con el ex secretario de Hacienda, José Antonio Meade, advirtieron la existencia del mezzanine, en el cual no había más que muebles y archivos en desuso, y luego supieron que, en su momento, ahí habían operado alguna vez los talleres de imprenta del Diario Oficial y, en otra época, los tribunales de lo civil.

Dar uso como espacios culturales a las instalaciones del Palacio no es nuevo, indicó el titular de Hacienda, pues esto empezó con José Vasconcelos, quien encargó a Diego Rivera los murales que decoran las paredes interiores de la Secretaría de Educación Pública

Asimismo, tenemos la galería que da al patio central de Palacio Nacional, la Biblioteca de la SHCP y los recintos Parlamentario y de Juárez, entre otros.

A su vez, la titular de Cultura, María Cristina García Cepeda ubicó al museo como un legado para los mexicanos. En el recorrido que nos propone (nos dice) que la memoria puede convertirse en un presente que nos revela lo que somos y que nos explica lo que nos define. Todos los siglos de la historia del Palacio Nacional se conjugan en el presente en este nuevo museo.

Antes de marcharse, Peña Nieto y los funcionarios recorrieron las salas de exposición.

Peña felicita a Conte

Por otra parte, el presidente Peña y el nuevo primer ministro de Italia, Guiseppe Conte, se comunicaron ayer vía telefónica. El mandatario mexicano lo felicitó por su reciente investidura y le reafirmó el interés por continuar el fortalecimiento de los vínculos bilaterales.

El mandatario también expuso a Conte su afán por impulsar los intercambios comerciales y de inversión entre México e Italia.

De acuerdo con un comunicado de la Presidencia, Peña recalcó al premier italiano que la reforma Energética ha permitido incrementar la presencia de inversiones de su país en México con empresas que participan en los campos del petróleo, gas y energías renovables.

Italia, precisó Los Pinos, es el tercer socio comercial de México entre los países de la Unión Europea, y el 12 del mundo.