Santiago

Uno de los enviados del Vaticano a Chile para tratar casos de abuso sexual dijo ayer que creará una oficina para recibir denuncias contra miembros del clero integrada por laicos, en una señal que apuntaría a dar más transparencia al proceso.

El sacerdote español Jordi Bertomeu y el arzobispo de Malta Charles Scicluna llegaron la semana pasada al país para brindar ayuda técnica y jurídica a diócesis por casos de delitos sexuales y encubrimientos en la Iglesia católica chilena.

Bertomeu adelantó que la nueva oficina, cuyos encargados se anunciarían antes de su regreso al Vaticano, deberá dar respuesta expedita a víctimas y denunciantes.

Estará integrada por un grupo de personas que escuchará las denuncias y entregará orientación de cómo proceder, dijo Bertomeu a periodistas a la salida de una actividad en Santiago.

Muchas veces no se denuncia porque no se sabe cómo, de quién es la competencia. Por tanto, se tiene que hacer este trabajo de escuchar, sostuvo.

La visita de Bertomeu y Scicluna ocurre luego de que el Papa determinó la salida de tres obispos chilenos, incluido Juan Barros, quien durante su cargo en Osorno fue acusado de encubrir un polémico caso de delitos sexuales de su mentor Fernando Karadima.

Los enviados del Papa viajaron a Osorno para reunirse con feligreses y miembros de la diócesis, donde recibieron más denuncias de situaciones de abuso por par-te del clero, indicó la radio Cooperativa, mientras el diario vespertino La Segunda aseguró que se entrevistaron con 40 personas vinculadas a más casos.

La presencia de Bertomeu y Scicluna se da unos días después de que la policía realizara allanamientos a sedes de la Iglesia católica en busca de archivos por casos de abuso sexual.