Desde el sistema de negocios que utiliza la Federación Mexicana de Futbol hasta la idiosincrasia de la falta de esfuerzo son elementos que han impedido que México llegue al anhelado quinto partido en un Mundial, aseguraron catedráticos de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Ricardo Trujillo Correa, de la Facultad de Psicología, hizo un análisis cualitativo colectivo y señaló que existe una cultura del no esfuerzo que trata de enmendarse con la clásica frase de sí se puede, cuando la verdadera solución sería empeño y trabajo para alcanzar los objetivos.

Destacó que en México no queremos ser conscientes del verdadero nivel futbolístico y preferimos seguir en la promesa de que en este Mundial sí llegaremos a cuartos de final. Nosotros, crédulos, seguimos contentotes en medio de la derrota, vivir es creer y hay que creer en algo, dijo.

Detalló que el jugador tricolor no quiere que se le amedrente pese a no tener una historia de logros ni estrategia que lo sustenten, ya que vive de la intoxicación de grandeza, cree que todo es cuestión de mentalidad. Asestó: Por eso preferimos ver a un Miguel Herrera desgañitarse por un gol, que a un gris Juan Carlos Osorio que razona y analiza.

Agregó que tampoco existe mucha efervescencia por Rusia 2018 debido a que Juan Carlos Osorio, técnico de la selección nacional, no ha dado muchos elementos para soñar.

Trujillo resumió: El quinto partido es emoción colectiva, compuesta de bravuconeria, reivindicación contra el poder, demanda de ser engañado, dignidad, seducción y promesa: es la estructura de un acto amoroso.

Respecto del aspecto deportivo, Hugo Sánchez Gudiño, doctor en ciencias políticas y académico de la FES Aragón, indicó que en el modelo del balompié mexicano prepondera lo económico ante el desarrollo futbolístico, y como prueba son los partidos que se realizan en Estados Unidos, que dejan grandes ganancias pese a que se enfrenta a rivales medianos.

El modelo del futbol en México es poco creativo, es más pensado en obtener ganancias muy altas y se preocupa poco por la parte competitiva. No tenemos un modelo deportivo de gran competencia, afirmó.

Añadió que no hay incentivos para forjar buenos jugadores en las canteras de los clubes de la Liga Mx, como sucede en Argentina y Brasil, y en cambio se prefiere hacer grandes inversiones en jugadores extranjeros.

Hay que estudiar cómo se construyó esa fábrica de futbolistas en Sudamérica, apuntó. Sostuvo que en el caso de los foráneos se debe analizar el sistema que utilizan Inglaterra o España, donde los clubes compran muchos futbolistas extranjeros, pero sus luminarias en la cancha son argentinas, chilenas o brasileñas, con buenas canteras, que han conseguido logros internacionales.