Investigación para afinar satélites
Miércoles 9 de mayo de 2018, p. 37
Con éxito concluyó el segundo vuelo a la estratósfera para la obtención de variables atmosféricas y de navegación inercial en un globo sonda –aerostático que alcanza grandes altitudes–, lanzado por el Centro de Desarrollo Aeroespacial (CDA) del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Mario Alberto Mendoza Bárcenas, investigador del centro, informó que la misión de la Carga de Servicio Mexicana (CSM)-2018-A alcanzó una altitud de aproximadamente 32 kilómetros, con un recorrido de 40 kilómetros, y tuvo una duración aproximada de tres horas. La plataforma, que contenía la instrumentación electrónica, fue recuperada en la parte alta de Silao, Guanajuato, con todos los aparatos intactos y funcionando de manera adecuada.
Explicó que a bordo de la plataforma fueron instalados dos módulos de adquisición de datos: el Sistema de Adquisición de Datos Meteorológicos (SADM-1.2), basado en un microcontrolador de 32 bits, y el SADM-3, apoyado en un dispositivo de lógica reconfigurable, los cuales fueron diseñados e integrados por estudiantes politécnicos que participan en programas de servicio social del centro, en colaboración con académicos del Laboratorio de Modelado y Simulación de Procesos del Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Asimismo, cada módulo contó con sensores IMU, magnetómetros triaxiales, sensores de temperatura de tipo circuito integrado y RTD, así como con una cámara fotográfica y una cámara de video en 360 grados.
En un comunicado, se informó que los datos obtenidos durante la misión contribuirán a delinear experimentos e iniciativas para el desarrollo tecnológico que el CDA impulsa, entre ellos el diseño conceptual de la misión espacial TEPEU, de simuladores de trayectoria de globos estratosféricos.
Ya en diciembre de 2016, la CDA, también con ayuda de la UNAM, lanzó el primer vuelo a la estratósfera, igualmente en Guanajuato, y se captaron imágenes en alta resolución de la geografía del país y la curvatura de la Tierra.
Los resultados de ambos vuelos servirán para el desarrollo de un módulo de carga útil que se instalará en un satélite pequeño de órbita baja –alrededor de 400 kilómetros– para la investigación de precursores sísmicos y perturbaciones en la ionósfera, principalmente la temperatura del aire, campo magnético, resistividad del aire y el contenido total de electrones, según el comunicado.