En México existe un registro de poco más de 35 mil personas no localizadas, clasificadas de esa manera a partir de documentos contenidos en distintas bases.

El primer paso ante esta problemática –ya con un nuevo marco legal– será sistematizar información y generar un banco de datos genético, indicaron funcionarios consultados.

Rafael Avante, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, subrayó que lo ideal es articular el sistema nacional de búsqueda que ordena la nueva –y primera– ley general para atender el problema de las desapariciones, tanto las cometidas por particulares como por servidores públicos (desaparición forzada).

Otro paso fundamental es contar y aplicar una ley ante casos de ausencia (Declaración Especial de Ausencia por Desaparición), documento indispensable para la protección de familiares de las víctimas, principalmente para acceder a derechos y propiedades, pero requiere una resolución por parte del Congreso de la Unión y de las legislaturas locales.

El subsecretario destacó la importancia en el diálogo con los familiares de desaparecidos, en especial para revisar el funcionamiento y la estructura de la naciente Comisión Nacional de Búsqueda, también creada al amparo de la citada ley, así como de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas.

Estos temas deberán llevarse a la Conferencia Nacional de Gobernadores para una mejor operación de las instancias estatales en materia de búsqueda de personas.

El registro compilado por el Sistema Nacional de Seguridad Pública muestra un acumulado, al corte del 31 de enero pasado, de 34 mil 268 expedientes de personas no localizadas, cuyos casos están a cargo de las fiscalías y procuradurías estatales. A ellos se agregan mil 149 registros cuya investigación corresponde a la Procuraduría General de la República.

Nos debemos centrar en el sistema nacional de búsqueda, clave en todo esto porque en la medida que podamos hacer compatibles las bases de datos de personas desaparecidas con las de fallecidas no identificadas daremos resultados muy concretos en el tema, indicó Avante.

Por la forma en que nos hemos organizado, agregó, tanto con las autoridades locales como con los colectivos tengo muchas esperanzas de que antes de la mitad del año podamos tener resultados muy importantes, bases de datos confiables y cruces de información para una identificación acelerada y creíble de la que se hace ahora.

La prioridad en estos momentos, precisó, es la capacidad de cruce de datos de las distintas bases de información. En la medida en que tengamos una plataforma poderosa y efectiva, con una enorme comunicación entre sistemas, vamos a llegar a una estrategia de búsqueda extremadamente efectiva, con la perspectiva de hallar gente viva.

Por ejemplo, en hospitales, estaciones migratorias y otros sitios donde se concentren personas y existan bases de datos para que en el menor plazo posible baste un nombre, un perfil o una huella digital.

El 13 de abril se confirmó la adscripción de la Comisión Nacional de Búsqueda en Gobernación y no en la Comisión Nacional de Seguridad; el cambio fue solicitado como lo pidieron familiares de desaparecidos.