Debido a que es incompatible con tratados internacionales signados por el gobierno mexicano, el pleno del Senado aprobó ayer una reforma que suprime las patentes de corso, figura de los corsarios y del barco destinado o armado para la guerra marítima.

En la exposición de motivos del dictamen por el que se reformaron los códigos de Justicia Militar y Penal Federal, así como la Ley para Conservar la Neutralidad del País, se destaca que las patentes de corso fueron abolidas como práctica histórica lícita en el Tratado o Declaración de París.

Los legisladores resaltaron que tales prácticas son incompatibles con otros compromisos contraidos por el país y con la política internacional. Precisaron que la permanencia en las leyes de preceptos referentes al corso y al modo de su ejercicio, resulta contrario al Régimen Internacional del Mar, que se debe cumplir.

La reforma establece sanciones para integrantes de la Armada. Entre otras, 10 años de prisión a los miembros de la tripulación de un buque de guerra nacional que utilicen la embarcación para cometer robos o hechos de violencia en las costas o contra otras naves.

También que se castigará con cinco años de prisión a quien, sin tener autorización, reclute tropas en territorio nacional para el servicio de una potencia extranjera, cualquiera que sea el objeto que se proponga o la nación que se intente hostilizar.

La minuta se aprobó con 79 votos en favor y 16 en contra en el último día de sesiones del periodo ordinario, cerca de la medianoche del jueves.

Los senadores también aprobaron la salida de territorio nacional de integrantes de la Marina cuando se trate de realizar prácticas con armadas de otras naciones.

Ambas reformas se turnaron al Ejecutivo federal para su promulgación.