La minuta para eliminar el fuero de todos los servidores públicos, incluido el presidente de la República, quedó congelada en definitiva en el Senado, entre acusaciones de panistas y perredistas de que el PRI retrasó deliberadamente todo el proceso legislativo, pese a que fue una iniciativa del candidato presidencial del tricolor, que se conoció en la Cámara de Diputados como la ley Meade.

Los coordinadores de PAN y PRD, Fernando Herrera y Luis Sánchez, respectivamente, responsabilizaron también a la fracción de PT-Morena de contribuir a parar esa reforma, al insistir en que requería modificaciones y aceptar el madruguete del presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, Enrique Burgos, quien en lugar de votar el dictamen propuso –la medianoche del jueves– la integración de un equipo técnico que analizara y corregiera las inconsistencias.

Eso sólo significa que dormirá el sueño de los justos en el Senado, recalcó el panista Jorge Luis Preciado, integrante de las comisiones dictaminadoras, quien en la citada reunión insistió en que se votara la minuta a fin de aprobar el dictamen y pasarlo de inmediato a la mesa directiva para que quedara en primera lectura y pudiera votarse el lunes, antes de la sesión solemne con la que cerrará la legislatura.

La senadora Adriana Dávila, también blanquiazul, sostuvo que PRI y PT-Morena operaron electoralmente para cuidar la espalda a sus candidatos presidenciales, en el hipotético caso de que alguno pudiera ganar.

El vicecoordinador de PT-Morena, Luis Humberto Fernández, respondió, en entrevista por separado, que PAN y PRD insistieron en que se votara en sus términos la minuta, porque tal como la redactaron los diputados representa un riesgo para quien resulte electo presidente de la República.

“Como saben que el ganador de la contienda presidencial será Andrés Manuel López Obrador, trataban de ponerle una emboscada a través de una ley que le quitaría el fuero y lo sometería a juicio político, por cualquier motivo y sin establecer que lo decidiera una mayoría calificada del total de legisladores.

Se estaban sentando las bases para un escenario similar al que vivió Lula en Brasil.

En tanto, el vicecoordinador del PRI, Miguel Romo, rechazó que se haya congelado el tema. Se puede aprobar en un periodo extraordinario, una vez que la minuta se corrija, de acuerdo con lo que plantean juristas, académicos y constitucionalistas, dijo, y rechazó que su bancada haya frenado la minuta por temor a que se sujetara a juicio político a al presidente Enrique Peña Nieto.

Por su parte, el presidente del Senado, Ernesto Cordero, rechazó que se haya politizado el tema. Dijo que actuaron como verdadera cámara revisora y atendieron las voces de expertos que alertaron sobre el peligro de aprobar la eliminación del fuero en los términos en que lo propusieron los diputados.

No es un asunto político, sino de gobernabilidad. La Comisión de Puntos Constitucionales actuó con cautela, no aprobó un dictamen porque la minuta que llegó de la Cámara de Diputados no estaba en condiciones de votarse, recalcó Cordero.