Madrid.

La activista mexicana Bettina Cruz denunció el carácter destructor del sexenio de Enrique Peña Nieto, en el que, a su juicio, han aumentado tanto la persecución y la represión, y sobre todo la destrucción de la tierra y de los territorios de los pueblos originarios.

Cruz, quien es una de las combatientes más visibles contra la depredación de las empresas eléctricas en el Istmo de Tehuantepec, denunció la connivencia entre el poder político, el narcotráfico y el empresarial para despojar poco a poco a los pueblos indígenas de sus lugares de origen.

En una gira por España para denunciar la violencia que ejercen las grandes eléctricas europeas en territorio mexicano, Cruz señaló en entrevista con La Jornada a algunos de esos consorcios que van haciendo estragos en la región de la que procede, entre las que citó a las españolas Iberdrola, Abengoa, Acciona o la italiana Enel o la alemana Siemens.

Muchas de las empresas que están depredando el Istmo de Tehuantepec vienen de aquí, de España, por eso estamos aquí, para denunciar el atropello que estamos sufriendo. Llegan muchas empresas con la complacencia de los tres niveles de gobierno y empiezan a dividirse nuestro territorio, así que para evitar conflictos entre las propias compañías, entre el gobierno y ellas se dividen la región en polígonos y la gente local nunca sabemos lo que está pasando. Y a partir de ahí violan los derechos de los cinco pueblos indígenas que ahí vivimos, denunció Cruz, quien ha recibido numerosas amenazas de muerte y hostigamiento, incluso en 2011 la Oficina para la Defensa de los Derechos Humanos del Estado de Oaxaca dictó medidas cautelares de protección después de haber sido agredida por la policía estatal.

Cruz, quien también pertenece al Congreso Nacional Indígena (CNI), denunció la represión que han sufrido en los años recientes del gobierno de Peña Nieto, con el que además coincidirá en Madrid, pues el Presidente de México hará una breve visita este miércoles.

Ha sido un sexenio de destrucción. Se ha incrementado la persecución. Ha habido más gente asesinada por defender el derecho al medio ambiente y por defender los derechos de los pueblos indígenas. Además recibimos amenazadas de grupos paramilitares, que creemos que están pagados por las propias empresas. Y son gente ligada al narcotráfico que generan mucha violencia en la región y al final son ellos mismos los que están vigilando los parques eólicos. Y ahí hay tanto gente del pueblo como gente de fuera. Y eso es un peligro para nosotros, que siempre estamos en la mira, vigilados, sometidos a campañas de odio.

En cuanto al proceso electoral y a que finalmente su candidata, Marichuy, no logró las firmas suficientes, Cruz advirtió que la organización social en torno a la plataforma de la candidatura de Marichuy permanece y siguen luchando por la liberación del país. Eso es muy importante para nosotros para visibilizar también la injusticia y el carácter antidemocrático del sistema mexicano que ha sido capaz de validar firmas falsas para permitir jugar a dos candidatos (en referencia a Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón y a Margarita Zavala). Eso no fue una decisión del pueblo, sino de la élite política y a nosotros, a pesar de todo el respaldo social, no nos dejaron participar. Y eso no hubiera quedado en evidencia si nosotros no hubiéramos participado en el proceso electoral.